Vivimos tiempos en los que no creemos en nada: si un deportista hace una hazaña, lo pondremos bajo sospecha. Si alguien lleva quince horas fuera de casa y a las siete de la mañana es visto pegando botes, rápidamente asociaremos su conducta con alguna pastilla de colores.
Si un trabajador acaba una jornada de duro trabajo físico silbando y bailando… algo habrá hecho. No es de extrañar, pues, que para muchos de sus detractores, los Sanfermines sean una fiesta de vomitonas, borrachos y abrazafarolas.
Pero uno tiene para sí que muchas de las situaciones que se viven del seis al catorce de julio estimulan el aparato locomotor y nervioso sin ninguna ayuda exógena. Como cada uno tendrá varias en la cabeza voy a describir tres relacionadas directamente con la música.
-6:45 de la mañana. Un variopinto público espera en los aledaños de la Casa Consistorial a los músicos más somnolientos del planeta. Cuando suene cualquiera de las dianas musicadas por Silvanio Cervantes, varios olvidarán que llevan veinte horas sin dormir, pasar por casa o hacer un descanso con fundamento. Serán capaces de botar sobre sí mismos durante media hora al son de “la Gacela“.
-Son las 12:02, en una sala de doscientos metros cuadrados cuyas paredes retumban, trescientas o cuatrocientas personas están soltando en silencio una lágrima al escuchar una melodía familiar. Mientras unos se abrazan y otros miran al techo, pocos pueden articular palabra. No es un Chill Out del Festival de Benicasin, es el zaguán del Ayuntamiento mientras suena el seis de julio la Birbiriketa de Gainza.
-En la calle hace un sol abrasador, muchos han buscado la sombra de los jardines y el refresco de las fuentes. Casi son las tres de la tarde mientras el asfalto de la calle Yanguas y Miranda se reblandece al paso de las silletas. Unos señores que llevan pesos de sesenta kilos sobre su tronco desde las nueve de la mañana, comienzan a girar sobre sí mismos de forma continua al ritmo de una música traída de Paderborn. Varios de ellos los acompañan al ritmo de palmas. Parece que hubiesen enloquecido en un último estertor por culpa del sol. Son los giganteros, al ritmo de la Polonesa.
El Colesterol, el alcohol, los antiácidos o las pomadas rectales son sustancias que aparecen alrededor de la fiesta. Pero los Sanfermines son el verdadero dopaje.
Estoy de acuerdo con estos sonidos dopantes, pero sin embargo no debemos cerrar los ojos y creer que el deporte sanferminero está limpio. Yo mismo he visto a mozopeñas traficar con almax y fortasec en el tendido de sol.
Evidentemente estos ritmos son revitalizantes en el cuerpo del buen sanferminero. En cambio empieza a sospechar si los ritmos regenerantes son WAka-waka o reggeaton.Si esto es asi, es probable que Eufemiano este al acecho.
Me he llevado una pequeña decepción al no poder escuchar uno de esos sonidos que obran como reclamo en el título. Creo que este (magnífico) blog adolece de una cierta falta de carácter multimedia, y que animo a los gestores a poner en marcha.
Buenos días y un saludo,
Mario
¿Un sonido vale más que mil palabras, don Mario?
Buena pregunta. Piensen en el sonido del chupinazo al arañar el cielo, que yo veo desde la televisión, y respondan en su intimidad.
Saludos,
Mario
Estimado señor Moliner:
Le adjunto tres enlaces para aumentar sus referencias sonoras sobre los Sanfermines.
Biribilketa de Gainza cuyo nombre he escrito mal en el post y quizá sea la causa de que no encuentre.
Un texto muy apañado Sobre las dianas de Pamplona del Amigo Chapu.
Y uno de los alardes de Braulia cuando suena la Polonesa, que si no tengo mal entendido, se incorporó al repertorio de los gaiteros pamploneses después de uno de los viajes a Paderborn en los años 60 o 70.
Aquí va un video del segundo, la Biribilketa de Gainza interpretada por los txistularis y La Pamplonesa, a las 12:02 y desde el zaguán del Ayuntamiento.
http://www.youtube.com/watch?v=qXZg1u_ft4U
A disfrutarlo.
¡Venga don Mario! Anímese a vivir alguno de esos momentos, quizás así deje de pensar que los sanfermines son unas fiestas de mamarrachos.
Estaría mejor describir una de las entradas del 14 de Julio a ritmo de Polonesa pero a la estación vieja……………., nada como aquello…
Aquí va un video del segundo, la Biribilketa de Gainza interpretada por los txistularis y La Pamplonesa, a las 12:02 y desde el zaguán del Ayuntamiento. http://www.youtube.com/watch?v=qXZg1u_ft4U A disfrutarlo.