– Testigo mudo – , Iñigo Flamarique
Puedo presumir que durante 85 años, y los muchos que me quedan, jamás he faltado a mi cita con las fiestas de Pamplona. Los viví intensamente en vida, y los disfruto más tranquilo ahora desde mi pétrea existencia.
Me apasiona la comparsa de gigantes y las caras ilusionadas de los niños, la llegada de las mulillas, las entradas de las cuadrillas, la pamplonesa, la salida de las peñas…y ¡la Feria del Toro!
Sobreviví a dos guerras mundiales y pude contar lo duro que fue; también plasmé la Guerra Civil, una cruenta batalla entre hermanos…y sigo sintiendo igual cada amanecer cuando los toros pasan a mi lado o cada tarde cuando observo el paseíllo. Admiro el valor con el que se liberan las mismas contiendas ya sea el enemigo humano o animal.
Encontrarte rodeado de la gente de esta ciudad y sus visitantes, contagiarme de su fiesta y ambiente, vivir de noche y de día, y sobre todo mostrar mi devoción a mi único santo, San Fermín, es el mayor placer que experimento.
Siento que soy como la literatura, que tanto amo y tanto me dio: el testigo mudo de la historia.
– No puede esperar – , Alba Diez de Ure
Apenas sale el sol, saca de su cajón el pañuelico y la faja rojas. Se las pone y, tras admirarse en el espejo, se viste de blanco.Un año entero esperando, con la tristeza de un pobre de mí y la esperanza del ya falta menos. Un escalofrío cada vez que pasa por el reloj de cuenta atrás de la calle Estafeta, que lleva semanas parado,o eso le parece a él. El año pasado ya quedó a las nueve y media en donde siempre para el almuerzo. Se despide del sol: no lo volverá a ver en 9 días. Días de caos y calles mojadas. Días de champán y aspirina, de bailes descontrolados, o tímidos pies dando pasitos. Nueve días viendo globos de colores enganchados en farolas, y haciendo promesas por la noche que incumplirá por la mañana – ¡que voy mañana a las 11, te juro que voy!-. Desconocidos que conocerá y amigos que no le perdonarán lo que hizo el último año. Todo eso, o nada de eso. ¿Quién sabe? Y no puede esperar. Sin embargo, al montarse en el autobús nota algo extraño. No va lleno, ni hay gente vestida de blanco y rojo. Pregunta al conductor la fecha: 6 de junio. ¡Uy! ¿Todavía?
– Nunca he estado en san fermin – , Roberto Alsasua
Nunca he estado en San Fermín. Desde pequeño me he levantado a ver los encierros; pero, nunca he estado en San Fermín…
…Todavía no me lo creo he corrido el encierro; un poco agobiado entre tanta gente, pero he corrido como el que más. Hasta me he resbalado en la curva de la Estafeta (mira que la tenía aprendida).
Lo que nadie me había contado es que por la tarde me vería con esta espada atravesándome. Y menos aun lo de los compromisos publicitarios:.. siento dejar este mundo sin probar pipas Facundo. ¿Pero qué broma es esta? Por ahí no paso; puestos a parear yo pienso gritar: Muero sin pena pues al fin, corrí mi encierro en San Fermín.