Sanfermin es una oportunidad para el espectáculo en la calle. Desde los actos oficiales hasta los no programados, todo cabe y todo es impresionante.
Ahí están los fuegos artificiales, que a parte de la espectacularidad y la sensación de luz, color, sonido y volumen nos aportan culturilla popular gracias a los periodistas. ¿quién no sabe lo que es una palmera?…
Las danzas, exhibiciones de deporte rural, recortadores en la plaza de toros, las verbenas, las comparsas, los txistus…
Pero hay otros más desconocidos pero no por eso dejan de atraer a la gente. Estos son la multitud de malabaristas, equilibristas, contadores de historias, trabajadores del fuego, humoristas, músicos que solos o en pequeños grupos amenizan las mañanas y principalmente las calles de nuestra ciudad.
Sólo hay que pasear una tarde por Carlos III para ver los corros de personas que rodean a uno de éstos Espectáculos con mayúsculas, de gente que se gana la vida ofreciendo sus habilidades a los espectadores que casualmente pasan por ahí.
Cuando hay algún espectáculo bueno enseguida se corre la voz y atrae a más gente, pero si no sale bien también se corre la voz y eso es peor…
También estos artistas desconocidos que no cobran el canon digital (igual es porque no pueden…) son parte importante de la fiesta.
Tú si tienes talento….
Espero que también tengas en cuenta espectáculos como meter penaltys con un balón de playa en una portería de hockey con un portero de 2 x 2 metros o clavar un clavo de un martillazo en una tabla más dura que el granito gallego. ¡Eso sí que es tener talento!
Sin embargo, el sumum de los espectáculos callejeros es ver cómo la gente somos capaces de quedarnos embobaos viendo a un tío subido en una plataforma y quieto raso. Y encima echarle dinero. A ver Rajauta, apunta para el presupuesto sanferminero, varios euros de ver a una tía embadurnada de pintura blanca haciendo la estatua.
Flanagan, esa es una estatua de verdad. Se llama de los Fueros
Un recuerdo desde aquí para esos otros artistas que se dedican a freir longaniza en aceite de hace diez años en los puestillos improvisados de noche por la Jarauta.
Artistas del envenenamiento digo…
Irunsheme, eso sí es arte, para que luego la gente haga masters de ventas.