En muchas ocasiones hemos comentado que el paso del tiempo todo lo cambia. Hemos visto fotografías de los sanfermines de antaño y de los actuales, observando las evidentes diferencias. También hemos escuchado las historias y anécdotas sanfermineras de nuestros mayores. Historias que ahora serían impensables dado el cambio radical que ha sufrido la fiesta. E incluso las cosas que pensamos que nunca cambiarían o que damos por hecho que siempre estarán ahí, también están sujetas a cambios.
En una de las curvas más famosas del mundo, la curva de la Estafeta, ha estado ubicado en su número 1 un local que desde 1754 ha sido regentado por la familia Guerendiáin. El local es fácilmente reconocible. Es el establecimiento en cuya fachada está dibujada la imagen de San Fermín y los pañuelos de las peñas. Uno de los miembros de esta familia, Pío, reconocido fotógrafo e inspirador del Cartel que celebraba el cincuenta aniversario de la Feria del Toro, ha captado la esencia del encierro, y de la curva en particular durante años. Todos hemos visto sus impresionantes fotografías tomadas desde la gatera. La brutal fuerza de los toros. El pánico en las caras de los corredores. Imágenes que han dado la vuelta al mundo y que según parece esté será el último año en el que se podrán hacer y disfrutar.
El hecho es que el edificio ha sido vendido. Imagino que se remodelará o se rehabilitará y no sé qué pasará con el local. Lo que si parece claro es que perderá el encanto que tiene y que una de las imágenes emblemáticas de la calle Estafeta desparecerá.
Os dejo alguna de las fotos que Pío Guerendiáin ha hecho a lo largo de los años desde su gatera.
Yo creo que podemos hacer ahí un McDonald’s estupendo, que nos ponga a la cabeza de las ciudades europeas en cuanto a modernidad.
No des ideas……….
Fantástica esta primera foto de las cuatro que adjuntas. Hay que ver como pasa el tiempo !
Muy buen artículo, Saludos