Todo listo


Fascinante fue, más que la visita en sí, que pudiéramos dar esquinazo al grupo de unos veinticinco jubilados italianos que nos precedían. De esta forma la guía nos deleitó con una visita guiada adaptada para fauna autóctona. «No tengo que explicarles el Encierro, ¿verdad?». Lo mejor fueron, por tanto, las anécdotas y curiosidades con las que regó la visita: ese pastor que usó a su perro bardenero para conseguir llevar al último toro hasta el corral, ese guiri despistado que se toma en serio lo de correr y entra hasta la cocina (foto 2) con los toros (hubiese dado cualquier cosa por ver su cara al verse ahí metido con 6 Jandillas) o de cómo tienen que traer toneladas de arena de Miranda de Ebro porque esto es Mordor y debe drenar el agua de lluvia. Arenita de playa aquí, la justa. El arranque de la visita cuenta con un vídeo de tintes comerciales proyectado a tres paredes sobre el callejón mismo que resulta efectista cuando acaba, se abre lentamente la puerta y el sol del ruedo invade el callejón. De todos los vídeos me quedo con el de los animales en la dehesa, probablemente realizado con drones y sugiero a la Casa de Misericordia tengan ídem con las guías y les permitan al menos quitarse la chaqueta cuando aprieten más de 30 grados en Pamplona. Por lo demás, está todo listo. Hasta los geranios.