Aquí os dejo 3 perlas más del certamen de microrrelatos. Estas tres obras formaron parte de las 20 preseleccionadas para la final.
Disfrutadlas.
Zartacos, de Enrique Ortiz Aguirre (Madrid)
Cuando al fin llegaron los Sanfermines, aquel desesperado padre de familia decidió aprovechar la oportunidad única que la celebración le brindaría para llevar a cabo una venganza ejemplar contra aquel dichoso pequeño, que siempre traía las peores calificaciones imaginables, los informes más negativos por su conducta en el colegio y que hacía caso omiso tanto de las indicaciones de sus afligidos progenitores, como de las medidas sancionadoras que adoptaba regularmente el centro educativo.
Quizás por eso entre la concurrencia se comentaba que aquel año Caravinagre, ante el estupor de gigantes y zaldikos, estuvo especialmente virulento e inexplicablemente encelado con un niño que, a pesar de correr y correr como un descosido, no dejaba de encajar vejigazos propinados de la peor de las maneras por un kiliki absolutamente desquiciado, y que por vez primera, cuando se contemplaba el rostro del disfraz de Caravinagre, alineado con los restantes compañeros en la sala alicatada de un blanco que dañaba, éste no transmitía la eterna sensación de lo deshabitado, de lo huérfano desde siempre, de lo hueco sin alma sino que –junto a la vejiga, desmayada como una colmena enferma y destartalada- contagiaba un poderoso sentimiento de calma sobrevenida después de una agitadísima tempestad.
Pura adrenalina, de David Martínez Abárzuza (Pamplona)
Pablo se ha despertado nervioso, sólo desayuna dos galletas aunque la leche le sabe muy dulce. Su madre le viste el cuello con el pañuelico pero hoy no protesta, el nudo que tiene en el estómago es infinitamente mayor que el que adorna su garganta.
Antes de salir a la calle Pablo se calza sus zapatillas de velcro de Spiderman, sabe que hoy más que nunca serán sus fieles compañeras. El pequeño aguarda en lo alto de Chapitela dirigiendo su mirada ansiosa hacia una Plaza del Castillo abarrotada, pero su corta estatura no le permite ver más allá de un ir y venir de rojo y blanco.
La espera empieza a ser agobiante por el incómodo olor que se desprende desde abajo. Huele a San Fermín. De repente se escucha una leve melodía de txistu y gaitas, la adrenalina y la cabeza de Pablo empiezan a ascender y a lo lejos ve cómo la figura de su majestad europea se alza entre la multitud.
Le tiemblan las piernas, le sudan las manos, \»ya están aquí\» piensa él. Un año esperando y por fin llega el momento; Caravinagre a la izquierda, Zaldiko a la derecha, ¡corre Pablo corre!
La celda de Amiens, de Jóse Ignacio Alonso (Buenos Aires)
En una ínfima abertura de la piedra maciza miro por última vez a la luna. En todas las cosas veo los designios de Dios y eso, de algún modo, me alivia.
Pienso en el sendero que me trajo hasta este oscuro claustro: los padres que adoraron dioses ajenos, un agradable hombre que me enseñó los secretos del mundo, la prédica insensata de mi espíritu.
No reprocharé el camino que prefijó Dios para mí. Después de errar por muchos pueblos, puedo afirmar que no hay mejor salvación que la muerte.
Todo lo hice para llegar a este día; la ardua tarea que profesé, alcanza hoy su fin.
Creo escuchar a mis verdugos caminar temerosamente por las escaleras. No están convencidos de su orden, pero yo deseo que sean implacables. Ya percibo las sombras: sus huesos tiemblan y sus dientes rechinan. No mirarán mis ojos mientras ultimen mi carne. No los culpo. Ya llegan, ya están aquí.
En el íntimo segundo de la muerte, veo mi santidad, veo la arremetida de un toro, veo el culto y veo una fiesta.
Genial el de Zartacos, todavía me estoy riendo.
Seguro que a algún padre que otro le habria apetecido hacer algo así.
A mí me da miedo…
Y tanto, aun recuerdo el pavor que tenía a los kilikis de txiki. No quiero ni imaginarme a caravinagre tratando de liberar estres.
Me gusta el de Pura adrenalina. Cambias el nombre y las zapatillas de moda de cada epoca y ese Pablo podemos ser cualquiera de nosotros.
Los kilikis calzan host…como panes, pero la nueva tecnologia empleada para dotar de ligereza a la verga cual jabulani, mitiga el dolor de los mozalbet@s.
Ja, ja… que bueno el de zartacos! Que suerte poder darles a tus hijos lo que en más de una ocasión se han ganado a pulso!!. ja,ja.
también me gusta mucho la tensión que respira Pablo con sus «zapatillas de velcro» de Spiderman… en 11 días a correrr!!!. Ya huele a toro!!!.
Pobre chaval, sufrir esa humillación por parte de Caravinagre delante del resto de chavales…