Una cornada y un recuerdo


Ahí van un par de relatos, el primero expresa algo que creo que es cierto, esa sensación de no saber si realmente te han pillado o es un mal sueño.

En el segundo relato trata de los recuerdos de un mayor. En este caso se suma la añoranza de la distancia. Como podréis leer, este relato está escrito desde la devoción al Santo.

De cuernos y jirones, Liliana Savoia

Después de doscientas cuatro horas despertó exhausto y sudoroso, como si hubiera corrido por su vida.

El cajoncito donde guardaba sus recuerdos de Pamplona y ocultaba el mapa de San Fermín, estaba abierto y desordenado.

En la confusión de su mente no recordaba si en realidad los hechos habían ocurrido o todo pertenecía al mundo de los sueños. Sin embargo, sostenía en su mano derecha algunos jirones rojo-escarlata.

Sintió un dolor agudo en su pecho, al tantearlo en la penumbra, comprobó que el cuerno seguía clavado en él.

7 de Julio, Alberto Mario Martinena

–  Abuelo ¿ cómo festejaba San Fermín en su juventud…?

–  Pasaron noventa 7 de Julio y es difícil encontrar palabras para explicarte esa veneración a San Fermín. Gozábamos la libertad de nuestras raíces, no dejábamos que se ausentara la comunión, el vino del cáliz y orábamos acompañando al reverendo obispo. Nos fluía la sangre en carreras de guapeza punteados por cornamentas de bravos novillos. Se agolpaban en Pamplona devotos y comerciantes prometiendo rezos, limosnas y cirios hasta el próximo festivo. Días previos llegaban bodegueros con  barriles de licores tan  puros como el agua santa; campesinos feteaban jamones caseros y con  amabilidad te convidaban para tentarte a la compra. Los callos adobados aromaban las tabernas, las cazuelas de mariscos daban sed para regalarse una copa más de vino. Multitudes de creyentes se unían por devoción, dejábamos de lado la codicia que tanto materializaba al hombre. Si estabas enemistado olvidabas las diferencias con un abrazo y el brindis de “ la Pamplona “ que pronto vaciábamos… Así venerábamos al “ santo moreno “

 Sé que no regresaré al terruño, por eso deseo que cuando haya partido, cada 7 de Julio recuerdes lo que te conté orando a San Fermín elevando el espíritu de fe…