Veo que en los últimos meses hemos descuidado un tanto la gastronomía en este blog, así que me he decidido a publicar la receta de la, sin duda, mejor merienda que he probado este año en los toros y que, por supuesto, preparé yo.
Es un plato de copyright saharaui pero yo lo adapté en su momento, así que se pueden variar ingredientes a gusto del que se anime a cocinarlo.
Pero al grano, veamos cómo preparé yo este exquisito tadjin de pollo.
INGREDIENTES:
- Cebolla.
- Calabacín.
- Pimiento rojo y verde.
- Ajo.
- Calabaza.
- Patata.
- Pechugas de pollo (una por comensal).
- Zanahoria.
- Especias variadas.
- Pasas.
- Aceite de oliva.
- Sal.
En una cazuela grande, se vierte el aceite y, cuando esté caliente, se añade la cebolla y el ajo picados, el pimiento rojo y verde cortado en tiras y se deja que se dore durante unos minutos.
A continuación colocamos en la misma cazuela las patatas y el calabacín cortados en plan panadera, añadiendo un poquito más de aceite si lo consideramos necesario, agregando seguidamente la zanahoria y la calabaza cortadas en trozos, así como la sal y las especias que se deseen. Yo suelo poner pimentón y nuez moscada.
Al mismo tiempo, en sartén aparte, doraremos las pechugas previamente cortadas en dados. En la alta cocina taurino-sanferminera es importante que todos los trozos de alimento sean susceptibles de ser cogidos con un tenedor, sin necesidad de tener que emplear el cuchillo.
Añadiremos el pollo a la cazuela de las verduras, dejando que se hagan en el propio jugo que éstas desprenden aproximadamente durante una hora. Poco antes de terminar la cocción, se deben añadir las pasas que le dan un toque dulce excelente.
Esta receta, de fácil preparación mientras trabaja la lavadora y echas la siesta, puede causar estragos en tu cuadrilla si abusas de las especias. También puedes sustituir el pollo por otras carnes o incluso pescado.
En fin, si alguien se anima a elaborarlo, que dé su opinión, así como todos aquellos privilegiados que pudieron catarlo el pasado 8 de julio.
On egin!
Esta claro que cuando hablamos de la Monumental pamplonesa no es por su magnitud,ni por lo grandes que son los toros,sino por las majestuosas recetas que cada tarde saludan el tendido,siendo el tadjn de estafekoa claro ejemplo.
Hombre, de paso le damos un toque internacional; ya está bien de tanto ajoarriero o relleno con pimientos…
El tadjin estaba muy rico, doy fe de ello.