Una de protocolo 6


Estos días de fríos invernales, gorros, sombreros y pellizas, se me vino a la cabeza la primera vez que viví un minuto de silencio en el Tendido de Sol. Y no es porque la temperatura me lo recordase. 

  Justo cuando las trompetas comenzaban a hacer sonar el silencio de Roy Etzel, y cuando todos nos poníamos en pie, un compañero de peña llevándose la mano a la cabeza, nos hizo una discreta señal.  Lo entendimos a la primera: como señal de respeto había que descubrirse la cabeza.

  El gesto se extendió por gran parte del tendido.

  Ahora que ya no disfruto de los toros bajo el astro rey, y sólo puedo ver e intuir lo que ocurre en frente, me pregunto si esa mínima indicación sería comprendida ahora por unos recién llegados al tendido. O si estos no mandarían a sombra al pobre veterano. 

Desde luego, en el último minuto de silencio multitudinario que recuerdo, todo el personal de la solanera llevaba puesto el sombrero.


6 ideas sobre “Una de protocolo

  • Toko-Toko

    A un amigo mio los minutos de Silencio en el tendido le ponen los pelos de su piel como escarpias!!!…., uhhffff, es una pasada me dice……, se puede ver en you tube el último minuto de silencio y da una ligera idea de lo que allí se vive……, esperemos que no se vuelva a vivir ninguno más.

  • estafetakoa

    Pues son costumbres en desuso, hoy en día nadie se destoca bajo techo por educación, sino por calor.

    Y hablando de respeto en minutos de silencio, me sorprende la falta de cortesía de buena parte de la plaza cada 8 de julio.

  • pamplonudo

    El protocolo y los detalles no son amigos de la plaza de Pamplona. Algún torero que hacía aquí su último paseillo después de muchos triunfos hubiera merecido un aplauso unánime de la plaza al romperse el paseillo, pero aquí eso no se estila.

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