VI Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín


CREENCIAS

José Luis Castellanos Segura

Cuentan en la dehesa que todo empieza por una gran oscuridad y, que tras un corto tiempo en un lugar desconocido e ignoto, una especie de limbo, abren un portón y la luz y el ruido lo invaden todo. Es el inicio. Parece que entonces comienza la carrera hacia el gran círculo. Algunos, pocos, retornan a los prados, avergonzados; pero la mayoría no vuelve. Es un misterio, aunque dicen los rumores que el gran círculo es la antesala del viaje a las grandes praderas celestiales donde nunca falta de nada y donde nos reunimos con nuestros ancestros.
Ayer nos metieron en unas cajas oscuras. Hemos pasado la noche en un recinto extraño. Amanece. El ruido es cada vez mayor. Nos empujamos, nerviosos. Llega el momento. La luz entra en nuestras retinas como un disparo. Corremos. Hoy descubriremos qué hay más allá.

EL RECORDATORIO

Sagrario Loinaz Huarte

Las fiestas de San Fermín 2013 comenzaron muy tarde. No era usual tanto retraso y los mayores del lugar –sabios ellos y conocedores de la fiesta- vaticinaban lo peor «Mal empezamos, esto no es normal´´.
Tras mucha incertidumbre, el chupinazo estalló en el cielo y la fiesta comenzó… 6…7…8…9…10…11…12… y sucedió que en el encierro del día 13, como un recordatorio del año 1970, volvimos a ver las caras de sufrimiento, desazón y desconsuelo de unos corredores que solo tenían en mente el «sobrevivir´´.
Con el corazón en un puño, miles y miles de personas asistíamos a un espectáculo dantesco a través de internet, móvil y pantallas de televisión.
Las imágenes hablaban por si solas: abriendo y cerrando los ojos lentamente, deseando no haber acudido al encierro… gritando silenciosamente, queriendo despertar de una amarga pesadilla como si de un sueño se tratara… suspirando tristemente y levantando la mirada al cielo implorando a San Fermín… incapaces de afrontar semejante situación de amontonamiento… peligro… angustia…
Lo que pudo ser una tragedia tuvo un final feliz. San Fermín nos echó un capote quizá para recordarnos que: Aunque bien está lo que bien acaba, no tropecemos en la misma piedra y tomemos buena nota.

RECUERDOS

Belén Balenciaga Erro

Se despertó abrazada a él, estaban en el parque de la Taconera, no sabía cuánto tiempo habían dormido, ni si todavía seguía en un sueño. Poco a poco vinieron las imágenes a su mente. Vino a buscarla esa tarde, de blanco reluciente, alto espigado, moreno, con su pañuelo rojo al cuello. Fueron de la mano, sorteando los mares de gente, unidos en su alegría y juventud. Bailaron en las charangas, escucharon los conciertos callejeros, un músico aquí, otro allá. Se adentraron en el casco viejo; pasaron la noche en Jarauta, siguiendo la estela de los bares y evitando la asfixia de los embotellamientos. Entre el bullicio sus besos. Llegó sin avisar el amanecer, un poco menos blanco, se apoyaron el uno en el otro y tomaron el camino a casa, pero él los venció, los llevó el sueño y así habían caído en el parque; él protegiéndola con su abrazo, ella apoyando la cabeza en su pecho, y allí se paró el mundo: la fiesta, la algarabía, las risas, la música, la cerveza, las conversaciones, los besos y todo lo que les dio vida esa noche. Se despertó abrazada a él y todavía lo recuerda, han pasado veinte años y todavía lo recuerda.