VII Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín


¡GORA!

Juan Carlos (koldo) Campos Sagaseta De Ilúrdoz

1 de Enero: Otras dos familias son desahuciadas por los bancos y arrojadas a la calle para que sigan debiendo el dinero que ya han pagado y el piso que ya no es suyo.
2 de Febrero: Los euskaltegis siguen esperando las ayudas aprobadas por el Gobierno de Navarra. Nuevos seísmos en Itoitz vuelven a desvelar el sueño de los pueblos de la zona.
3 de Marzo: El pabellón Navarra-Arena se convierte en la obra más inútil y onerosa. Sólo el Circuito de Los Arcos le hace la competencia en ese triste récord.
4 de Abril: A la ruina económica y deportiva se suma la moral. El ex gerente del Osasuna reconoce haber pagado para amañar partidos.
5 de Mayo: Continúan desaparecidos los mil millones extraviados de la Caja de Ahorros de Navarra mientras se detectan nuevas operaciones irregulares y el cobro de más dietas indecentes para directivos de la entidad y representantes del gobierno navarro. ¡Nunca se había visto tantos cargos sin vergüenza y tantos sinvergüenzas sin cargos!
6 de Junio: Los pretendidos borregos convocados a las urnas renuncian a su mentida condición negándose a votar por el pastor y toman su destino en sus manos.
7 de Julio: ¡Gora San Fermín!
 

EL ROCE HACE EL CARIÑO

Juan Jose Sanchez Benito

Un churrillo había sido abandonado por madre primeriza. El mayoral lo llevó a la cocina, lo limpió y le dio leche calentita salvándole así la vida. Lo crió a biberón a través del burladero en la placita de tientas. Le cogió mucho cariño y tenía una enorme confianza en él.

Fue comprado para Pamplona y correría por sus calles antes de morir. Su criador estaba en las tablas para verlo pasar. Bajaba altivo como un cisne. De pronto se paró como si algo hubiese notado y empezó a embestir a los jóvenes que lo rodeaban. Uno de ellos quedó tendido en el suelo y cuando el hermoso animal iba a clavarle su afilada asta, se oyó un estridente silbido. El toro conoció este silbo y quedó parado dando tiempo a que retiraran al corredor. El hombre, con lágrimas en los ojos, le arrascó la testuz ante miradas atónitas y vio como de los ojos del toro también salían lagrimones. Le indicó su camino y los pastores iban muy tranquilos detrás de él. Una salva de aplausos rompió el silencio. Por la tarde en la plaza se volvió a repetir lo acontecido en el encierro y fue indultado. Volvió con el mayoral a la dehesa. 

DAMA VERSUS ORIÓN

Antonio Pereira Gallardo

Las alargadas sombras del amanecer, estampan siniestras figuras sobre el empedrado firme de las calles; la sangre clama a la sangre, mientras rutilantes corazones enardecidos por la pasión aguardan en silencio ¿quiénes sois y a qué habéis venido? «La Sombría» lanza una pregunta a las Cuatro Esquinas ¿acaso perdurar, o quizás todo lo contrario? Permanecemos en la vida y en la muerte, mi señora; responden las pueriles ansias de algunos. Éste pañuelo que aquí veis es huella y prenda de nuestro sino, y grandeza; corremos para vivir, morimos para correr, desde el primer aliento, el primer llanto; también el último. La vida es una carrera, pero hoy no será la última. Ven conmigo, vieja dama, corre junto a mí. Es agradable sentir tu gélido aliento, cuando marchas a mi lado. Se generosa cuando mercadees con inexpertas almas y no la tomes con los mozos ¿quién no ha resbalado alguna vez? Sígueme pues, pálida princesa. Observa los pétreos heraldos desde el que los siglos nos contemplan; cuelgan de las fachadas, regias casas, fieles testigos de todo cuanto aquí aconteció. Corre conmigo, la Estafeta ya está cerca. Los mozos claman al alba; sea pues así y no de otra manera, mientras el Sol cabalgue sobre nosotros.