VII Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín


AITA SÍ VERÁ LOS TOROS ESTE AÑO

Iván Parro Fernández

Los sanfermineros ya estamos en la plaza del Ayuntamiento. Gritos, aplausos, juegos y mucho, mucho vino y pañuelos rojos. A mi lado hay una mujer alta, bien parecida, que grita y sonríe como ninguna. Ahora está tecleando algo en su Smartphone. Curioso me acerco y observo el mensaje: – Aquí está todo preparado, Aita (con una foto de la plaza). A los pocos segundos suena un whatsapp: – Hija mía, vive ese momento único. Yo lo llevo haciendo desde los diez años. La mujer le contesta: – Tú tranquilo, saldrás pronto del hospital y estarás aquí conmigo el año que viene. La respuesta fue rápida: – Hija, no lo dudes, no me perdería más San Fermines ni aunque me matasen.
La muchacha recuerda entonces los malos momentos tras el accidente en la calle Estafeta: los nervios, la impotencia, el miedo, aunque no olvida esas palabras de su querido Aita: – Lo que pasa en San Fermín se queda en San Fermín.
Ella me mira y yo sigo la fiesta. Estoy seguro que enviará cientos de fotos y vídeos con ese móvil. Consulta en la app SanFermines2015 la cuenta atrás. El chupinazo ya suena. Ahora comienza la fiesta grande. ¡Gora San Fermín! ¡Viva San Fermín!
 

UNA FIESTA SIN IGUAL

Oscar Arbeloa García

Sentimientos desatados por el ruido de una explosión. Solo dos colores, rojo y blanco. Nueve días por delante, la coctelera de Pamplona fusiona culturas varias, razas, costumbres… todo en honor a una única Fiesta, un único Santo, SAN FERMIN.
Ocho de la mañana, puntual. Ofrece su bendición y el capote mágico y milagroso. Cobija las carreras de los mozos, vigilando el galope asustadizo y temeroso de los astados. 840 metros, Cuesta de Santo Domingo, tensiones. Plaza del Ayuntamiento, gritos. Mercaderes y Estafeta, carreras únicas e irrepetibles. Telefónica, El Callejón y la Plaza… la meta.
Marea roja y blanca, liderada por los acordes del Txistu, Gaita y Tamboril, guían el espíritu infantil que mueven los Gigantes. Verga en mano el Kiliki tras el txiki.
Gargantas al viento expulsan sus Jotas haciendo honor al protagonista de estos días, SAN FERMIN.
Incesante y sin descanso transcurre la fiesta. En volandas y a ritmo, las Charangas incitan y provocan a sus Peñas. Mucho jolgorio y poca vergüenza.
23:00 horas, estruendo y explosión, irrumpen, iluminan e inundan un cielo estrellado de colores y estelas únicas.
Sin querer se va acercando el final…
Pobre de mi? No, pobre del que no ha estado. 

YO QUIERO IR A SAN FERMÍN

Celia González Ibáñez

Nunca he ido a unos sanfermines. Imagino que debe ser una mezcla entre la Semana Santa y la feria de mi ciudad, Sevilla, pero en Pamplona.
Las calles se pueblan de gente de todos los lugares del mundo vestidos de blanco pero que vuelven a sus casas de color rosado.
Una fiesta cuyo protagonista es un animal bravío, por lo que es una diversión para valientes, aunque también para aquellos que admiran la valentía.
Pero no solo hay corridas de toros, puedes encontrarte gigantes y cabezudos, los aterrorizadores kilikis, la procesión del santo que le da nombre a la fiesta, el Riau Riau , y mucha mucha música.
Desde el Chupinazo, hasta el pobre de mí, hay una semana intensa llena de gente, de música, de risas, de pasión y miedo, de tradición, un sinfín de locura con el único objetivo de pasarlo bien.
Por ello, digo con tristeza que pobre de mí, que nunca he ido a las fiestas de San Fermín.