ALEGRÍA DE IRUÑA
Fermina Eraso Garatea
Ya llegan nuestras queridas fiestas. Todo es bullicio, alegría. La ciudad se transforma, y tanto turistas como los de casa viven en armonía, como si se conocieran de toda la vida.
Durante 8 días, es un constante homenaje a nuestro patrón San Fermín, el grandioso internacionalmente. Hay que vivir en Pamplona para contarlo.
En estos días de fiesta no se duerme. Se baila, se bebe, se canta…
Nuestros gigantes, únicos en el mundo entero gracias a su “autor”: Tadeo Amorena, no paran… ¡y cómo los bailan nuestros Dantzarik! Todo el pueblo los admira, y qué decir de nuestros txikis… cómo corren cuando les persiguen los cabezudos y Kilikis.
Aúpa pamploneses, que no decaiga la fiesta. Disfrutar hasta el pobre de mí y a cargar las pilas para el próximo chupinazo.
SI ME VES LADRA
Roberto Alsasua Santos
Las seis, ¡vamos! llevo a Mira al parque y así voy calentando y estiro, vamos Mira, vamos Mi…. Las seis y media ¡No es posible!, Mira una vuelta a la manzana y vale, vamos Mira, vamos Mi… Las siete ¡Que mal! Mira ¿qué hacemos? te bajo rápido y te pongo la tele como siempre, ladra si me ves, pero corre, vamos Mira, vamos Mi… Las siete y media ¡joder que mal! ya no llego, vamos Mira una vuelta que hoy te acompaño a verlo por la tele, vamos Mira, vamos Mi… Las ocho ¡¡¡no jodas!!! Mira aguanta te bajo en la repetición, ¿Dónde está el mando? vamos Mira que empieza, vamos Mira, vamos Mi…
– ¿Qué tal hoy?
– No sé, lleva un par de horas como inquieto.
– ¿No pones el encierro?, ya habrá empezado.
– Ya sabes que ya no me apetece mucho verlo.
– ¿Qué llevas ahí? no me digas que la has metido al hospital. ¿Cómo te pillen?
– A estas horas y con lo bien que se porta, ni respirar se le nota. Venga, pon el encierro que la he traído para verlo. Ves la pongo aquí a su lado. Enciende. Vamos que empieza. Vamos Mira, Vamos Mira.
ESPUMA Y COLORES
Calamanda Nevado Cerro
Es seis de julio. Hace dos horas del chupinazo y no deja de angustiarse por la ropa recién lavada. Aunque es manitas con la lavadora, las prisas le colaron dos pañuelos rojos de cuello entre seis camisas, las mismas camisetas y ocho pantalones: El blanco impoluto pamplonica de las prendas ha quedado rosa chicle.
Mientras ella se desespera, él le cuenta ilusionado y en cuclillas, su última conversación con dos amigos sanfermineros, corredores como él. Sus planes y estrategias para moverse mañana entre el gentío del encierro. Ella le observa la osamenta velluda, los dientes desportillados y sucios, y le sigue la corriente con estupor; conocedora de cuanto usa en fiestas su hombre la vestimenta tradicional.
No puede dejar de pensar que es última hora del sábado, los comercios cerrados, también el domingo, el lunes tiene analítica y consulta del trauma ¡Cuándo compra la lejía!
Cree que va a sufrir más que los de la epidemia de peste del Voto de las Cinco Llagas, no ve otra salida que fingir un infarto apretándose fuertemente el pecho con las dos manos. Ella misma llamará a la ambulancia para no asustar. Unos días ingresada en el hospital la salvarán de lo que se le viene encima.