Oye, que será la edad, o la resaca, o el gentío, o la suciedad, pero eso, que tampoco en septiembre me lo paso tan bien como antes, que lo mismo me ocurre en julio, que no sé si lo que debería hacer es meterme de una vez a un convento y sanseacabó.
Quién me lo iba a decir, a mí, con lo que me gustaba el sanfermineo, a mí, que soy más de adoquines que la máquina barredora, que me gustan los toros, los toricos, la juerga, de día o de noche, la música de txaranga y andar de parranda.
Pero no, no, no carburo.
Y es que, al final, lo que me va a molar va a ser estarme quieto en un rinconcico en mi sofá, tan tranquilo, con una sopa caliente y huyendo del ruido de la calle.
Pues eso, que me estaré haciendo viejo.
Pero, joder, ¡qué ganas de que llegue julio!
Que ganas………!!!!
Tremendo estafet, tremendo…
Hay que ser muy valiente para aceptar eso y quedarse en el sofá el 6 de julio.
Yo no me veo capaz.
Recapacita, que al paso que vas, el próximo año le vas a sacar chispa a los bailes vespertinos de la Plaza del la Cruz………….
Pues ya me voy recuperando, casi a punto para el próximo juevintxo.