XI Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín


ENTRE EL CHUPINAZO Y EL POBRE DE MI…

Andrea Badal Camañ

Entre el chupinazo y el pobre de mi… no solo hay encierros. Hay tradición de origen medieval. Hay conexión cultural pasando a triplicarse la población en Pamplona. Hay gigantes y cabezudos desfilando por las calles. Hay música que llena las noches junto a los fuegos artificiales. Pero sobre todo entre el chupinazo y el pobre de mi… hay respeto y pasión. 

OTRA FORMA DE VIVIR LA FIESTA.

Laura Valencia Azcona

Seis de Julio. Las doce. Suena el cohete. San Fermín.

Podrías ser Pablo, María, Ane o Pedro, qué más da. Te levantas cada día a las cinco de la mañana. Cambias, al menos por unas horas, la impoluta vestimenta blanca y roja por tu uniforme. Te recoges el pelo.

De camino al punto de encuentro observas los restos de la fiesta: Los que la continúan, el que no pudo seguirla y acaba durmiendo abrazado a su botella; los amores nuevos, o quizá, antiguos, besándose tímidamente en un rincón. ¿Realmente valen la pena los madrugones? Te preguntas. Ya lo crees que sí.

El equipo se divide: Telefónica, Plaza, Mercaderes…Camilla, botiquín, manta…Ya estás en tu puesto. Tu mirada se pierde entre la gente. Alzas la vista a los balcones: Los que animan, la alegría del nuevo día, el pequeño que se restriega los ojillos en brazos de su padre, la cuadrilla que canta incesante. Todo ello se mezcla con la tensión, el silencio y la concentración de los corredores; que esperan la llegada del encierro con miedo, pero a la vez con ganas.

Sientes la adrenalina. No sabes que te deparará hoy. Te colocas los guantes. Subes al vallado. Las 8. Suena el cohete. Comenzamos.