XI Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín


UN DÍA ESPECIAL.

álvaro Diez García

Hoy mamá me ha despertado muy temprano y no es por el cole, yo ya estoy de vacaciones. Me cuesta mucho levantarme, se está muy calentita en mi cama pero cuando por fin lo hago, ya veo a mamá de un lado para otro. Hoy me ha despertado tan temprano porque es el día que papá se viste entero de blanco con un llamativo pañuelo rojo al cuello. Está esperándome delante de la puerta junto a mamá y nada más verme me sonríe. Voy corriendo a sus brazos, me abraza fuerte fuerte y cuando me vuelve a dejar en el suelo, me da un beso y me dice:

-“Tenle siempre respeto, nunca miedo”- Le da un beso a mamá y sale de casa.

Mamá me pone dibus mientras ella me hace el desayuno y nos sentamos juntas a verlos durante mucho rato. Ella mira muchas veces a la ventana y al móvil, no es capaz de estar quieta.
Cuando por fin se escuchan las llaves de papá abrir la puerta y se le ve entrar, mamá sale corriendo y lo abraza y lo besa. Después me abra a mí y me dice en bajito:

-“Tenle siempre respeto, nunca miedo”- y me besa muy fuerte.
 

A MI PADRE

Belén Royo Lacosta

Las tradiciones transmitidas de padres a hijos son las que más perduran; historias contadas llenas de emociones y sentires.
Fermín recordaba cada una de las historias de su padre, también sus consejos; los tenía en cuenta pero deseaba vivir su propia historia. Por fin se encontraba en Pamplona, un 7 de julio. Primer encierro de las fiestas en honor a San Fermín; también era su santo y aunque fuera forastero procuraría sentirse un navarro más; quería integrarse, formar parte de esa fiesta que todos deberían disfrutar aunque sólo fuera una vez en la vida.
Estaba preparado; el último año había entrenado junto a su padre, no como para correr un encierro sino una maratón.
Llegando a la calle Estafeta surgió una situación de peligro y Fermín siguiendo los consejos de su padre “SI ALGUIEN CAE AYUDA SIEMPRE A LEVANTARSE” lo hizo sin dudarlo creándose un vínculo entre ellos. Juntos disfrutaron de la música en las calles, gastronomía y buen ambiente.
En un momento de distracción perdió a su amigo de vista. A través de unos maderos pudo verlo agonizar. Sus ojos se llenaron de espanto, entendió las lágrimas de su padre al despedirse.
Nunca le dijo que nació para ésto.