XI Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín


NUEVAS EXPERIENCIAS

Astrid Pintos De Moreta

Nunca había estado en Pamplona. Aquel 7 de Julio no lo olvidaré jamás.
Al cuello vestía mi pañuelo rojo formando parte de todo aquello. Nerviosa como una chiquilla me emocionó el buen ambiente.
Hablaba con unos y otros comentando que era mi primera vez y todos me daban el mismo consejo: corre, corre como si no hubiera un mañana. Y ante todo disfruta.
Nos pusimos en primera fila y mi amiga me agarró de la mano, como señal de que iba a dar comienzo al fin. Recordé los consejos.
Y con los nervios en el estómago y el alma saliendo por la garganta, cuando la puerta se abrió corrí.
Corrí sin mirar atrás, corrí con mi amiga al lado riéndose como loca. Corrí todo lo que pude como si el mundo fuera acabarse.
Mi amiga me agarró la mano cuando vislumbramos la plaza. No pensé. Sólo me dejé llevar.
Al llegar me sentí como el corredor que atraviesa la cinta de la meta en una carrera. Me sentí grande, victoriosa y totalmente sin aliento.
Una mano se posó en mi hombro y reconocí a una de las personas que me aconsejó:
-Bienvenida a San Fermín. 

LA LEYENDA DE LA MUCHACHA DE CARA BLANCA EN LOS SAN FERMINES; ¿LA HAS OÍDO? YO TAMPOCO. PERO ES VERÍDICO.

Miguel Alfredo Quispe Perez

…Una joven
se ve a veces
de entre la gente;
muy blanca y el pelo muy negro.
Causa sorpresa.
Es muy bella.

Si la ves,
los ojos no apartaras de verla,
y al fin
si, como yo,
decides ir por ella,
cuidado.
Te conducirá por extraña senda.

Yo lo hice,
solo por romper esa leyenda
que me contaron mis amigos.
Pero cuando la seguí
por una esquina
al doblar
casi “hola” le digo.

Es una moza como de 17 años
muy hermosa;
un poema entre el gentío,
una gema en esta fiesta.
Al llegar por la esquina
a donde ella doblaba
de pronto
en mi carne llana
todo sentir
perdí del alma.

El toro en la corrida
salía de ahí
y casi me mata,
como queriendo compañía
busca ahora a otra alma,
como le pasó a esta muchacha
convirtiéndote en uno más
que se fue en esta fiesta,
aunque de mi partida
no era hora
–Dios- determinaría.

No morí,
es cierto,
pero si la ves,
no la sigas.
Pero si te animas
–porque es muy linda-
y pierdes la vida-

cuando solo eres
fantasma ya,
a pensar
que estas con vida
en estas fechas
le acompañaras,
apareciendo solo
ante las almas
más limpias.