XII Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín


TWO AND A HALF MINUTES FROM GLORY

Wibo Sefeld

It´s 7th of July and only two and a half minutes are separating me from glory. One last prayer to Saint Fermin and I can hear the steers snorting behind the fences. Soon they will be released and I´m dreaming of my perfect run. When the last rocket is fired, the herd is banging impatiently while the adrenaline is being pumped into my veins. For a moment, it seems that the Saint is winking at me as gratitude to our fervent prayers. Suddenly, the deafening sound of kicking hooves is approaching; too late for hiding, too brave to slip through the gaps in the barricades. The bulls are coming nearer and I´m feeling their hot breath in my neck, mixed with the wild smell of their sweaty skin. Just when I feel a sharp horn is nailing me, the unleashed bull is being distracted by a scarlet shirt in the crowd. At the moment of making my triumphal entry into the bullring, my friend wakes me up with the gentle touch of a rolled newspaper.
—The bus to Pamplona is leaving in two and a half minutes.
—Ok, just long enough to close my eyes and to prepare the next run! 

DESENCIERROS

Ana María Lezcano Fuente

Resulta que este siniestro año bisiesto, el 2020, nos habíamos propuesto ir a San Fermín por encima de todo porque el grupo estaba convencido que no hay bisiesto bueno y queríamos demostrarnos que lograríamos vencer esa idea con éxito.
Formamos un conjunto heterogéneo de amigos con ciertas afinidades y una de ellas primordial: nos gustan los encierros de Pamplona y nunca hemos podido asistir.
Este era el dato destacable, no haber ido todavía.
Mejor ocasión ni pintada, nos dijimos.
Todo eran planes.
Pero estaba de Dios- se decía antes- que vendría de tapadillo un bicho como verde, microscópico y con corona a jorobar no solo nuestros planes sino los de miles de millones de seres humanos.
Nos confinaron. Llenos de congoja nos sentíamos aislados en la paz del hogar con mucho silencio y pocas vistas, haciendo las cosas largo tiempo apeadas, avivando amores y también algunos rencores y esperando, esperando…
Todos los días anunciaban la cifra fatídica, más y más fallecidos y más miedo y oscuridad.
Ardían los móviles. Nos comunicábamos con menos entusiasmo aunque hubo momentos espectaculares, inolvidables como fuegos.
Hemos decidido ir allí en cuanto podamos.Todos. Juntos
En bicicleta y con cuernos.
¡ A desencerrarnos!
Nunca más diremos encierro.
Queremos vivir desencerrados…