XII Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín


CON MI MASCARILLA

María Luisa Caballero Ruiz

Mi desesperación es ver y pensar, tantos dichos infructuosos y denigrantes, juntos salimos más fuertes, no se que es esto una tontería absurda, después de miles muertos como pueden salir más fuertes los padres, hijos etc, etc, de una pandemia infernal. Cambio el chic, porque tengo que cambiar, y mi vida se vuelve azul cielo y rojo como el pañuelo que luci el pasado año en San Femin, y me cambia la mirada se convierte en vida , todo recuerdos maravillosos que deseo repetir con ansiedad, y pronto llegará el día más feliz del año cuando salen corriendo como flechas los jóvenes entrenados, de ellos es la vida y la diversión. Se disfruta tanto ver esa energía el mundo es suyo. 

UNA FOTO EN BLANCO Y ROJO

María González González

Solo faltaban diez minutos para que comenzase el encierro. Marcos iba a correr después de fracturarse el tobillo en la edición del año anterior y tuviera que renunciar a lo que era su tradición favorita. Llevaba los últimos meses ansioso, su gran sueño era conseguir la foto que recorrería todas las portadas de los periódicos de España.
Mi corazón latía desbocado mientras se anudaba su pañuelo carmesí alrededor del cuello y yo le deseaba suerte antes de que se fuera con sus compañeros para comenzar a pedirle a San Fermín que les ayudase.
El tiempo pasó muy deprisa mientras me unía a un grupo de chicas en un balcón al principio del recorrido por el que iban a pasar en tan solo unos segundos. Lo único que recuerdo es el silencio que fue formándose por las calles antes de ver a todos los valientes todavía con sus impolutos atuendos blancos empezar a correr.
Gritos, risas y algunas lágrimas fue lo único que nos bastó para saber que todo había acabado. Puede que no lo hubiéramos vivido pero solo necesitábamos mirar a esos jóvenes tan exultantes de felicidad y repletos de adrenalina para ver que nuestro patrón había velado por nuestros corredores este año.