XII Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín


EL FANTASMA

Jesús Jiménez Reinaldo

A los dos nos gusta correr al final del encierro, justo entre el final de Estafeta y el comienzo de Telefónica, seguramente porque en esa zona hay pocos corredores foráneos y a la larga siempre te empujan menos. Competimos por el mismo lugar de arranque: él suele poner el pie derecho justo sobre la marca que elijo como referencia para no dejarme llevar por el tumulto y luego nos encimamos sin contemplaciones hasta que los corredores inexpertos comienzan a precipitarse y tenemos que preocuparnos de que no se nos lleven por delante. Sacando a relucir los codos y agitando con eficacia las palmas de las manos, a duras penas logramos mantener la posición hasta que vemos llegar al primer astado entre el gentío, y en una consonancia absoluta que nos dan los años y la experiencia emprendemos la carrera calculando milimétricamente la distancia precisa para correr justo delante de los pitones durante los escasos veinte metros que sabemos que nos corresponden. Es apasionante sentir el miedo en ese corazón acelerado que galopa poderosamente junto a mí y notar cómo la adrenalina se apodera de la masa muscular hasta reventar en un estallido de placer: durante diez intensos segundos me siento vivo nuevamente. 

UN NUEVO AMANECER

José Otondo Arraztio

En las calles en silencio
solo se siente allá lejos
el sonido de algún txistu
o de guitarra un rasgueo.

Se cree que no habrá fiesta,
ya todos lo dan por cierto,
y se han llenado de pena
los jóvenes y los viejos.

Donde siempre la alegría
fue chispeante como el fuego
no podía así apagarse
y está ocurriendo algo nuevo :

Los gigantes se despiertan,
ya se visten los gaiteros.
El cohete ya está listo
y lo van a encender luego.