Certamen Escalera Edición 4º peldaño


CAMBIO DE TURNO

Margarita Del Brezo

Ya falta menos para que den las ocho. Hasta la habitación llega el barullo del cambio de turno. Pasos rápidos que se acercan, otros que se pierden. El sonido metálico de los carros. Puertas que se abren. El agua que se escapa de los grifos, el que escurren las fregonas. El aroma del café. Las tazas que chocan con las prisas. Los termómetros. Tensiones. Una sirena. Reconozco a Lea detrás de la mascarilla. Sí, es ella, la reconocería sin abrir los ojos. Me sonríe con la mirada y me cuenta lo que hay más allá de la ventana. Hoy también llueve, dice con su voz cantarina. Le ha salido una flor nueva al magnolio. Y han hecho otro nido en el campanario las cigüeñas. Yo sigo en silencio todos sus movimientos. Me gusta cómo se mueve. Y su olor a espuma marina. Un día me contó que eso es porque viene a trabajar montada sobre un caballito de mar. E inmediatamente se ríe a carcajadas. Me ha prometido enseñarme a nadar cuando llegue el verano. Hoy me ha traído una caracola. Tiene línea directa con su casa, dice, por si algún día no puede venir. La aprieto fuerte entre mis manos. Y sigo imaginando. 

YA FALTA MENOS….YA QUEDA MÁS

Ana María Jimeno Martínez

«Esto es surrealista» repite una y otra vez mi padre desde hace casi 3 semanas. Es raro si. No he vuelto a pisar el colegio y ni siquiera he vuelto a oír el despertador en mi casa ni una sola mañana. Son como unas vacaciones pero de otro color, no lo sé explicar. «Ya queda menos» dice mi madre a 4 de abril… No lo dice muy convencida pero lo dice, que ya es algo. El abuelo Jesus Mari sigue en su «resi» pero hace varios sábados que no vamos a la visita. «Hoy le haremos videollamada», dice papá tratando de escapar de ese surrealismo que nos envuelve. El abuelo está distinto, como todo en estos días. En ese mismo instante todos botan en la silla….se me acaba de pinchar el globo que llevo en la mano.

Jesus Mari sale de su mirada perdida y, como si del chupinazo se hubiera tratado, ese ruido de globo estallado le saca de su letargo y dibuja una sonrisa en su cara. «Ya queda menos», acierta a decir….
Pero también queda más….. más abrazos, más quedadas, más paseos….todo llegará. No sabemos cuantos peldaños nos quedan por subir de esta desconocida escalera, pero seguro que lo haremos juntos