XII Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín


UNA LAGRIMA FURTIVA

Francisco Javier Nieto Cabezas

Apenas quedaban 48 horas para que llegase el 7 de julio, y en su alojamiento Messi conversaba con Cristiano animadamente, mientras sus trece compañeros les miraban desde lejos con una actitud de admiración, ellos eran los líderes en ese encierro.
Los últimos meses habían sido duros, y se barruntaban que algo les estaba pasando a sus “jefes”, que cuando se acercaban a hablarles siempre llevaban una especie de mordaza y guantes, y apenas pasaban unos minutos en su compañía.
Messi le comentaba a Cristiano Ronaldo que esta temporada estaba muy ilusionado, se había estado preparando todo el año, y físicamente se encontraba muy en forma, pero tenía la sensación de que algo iba a ocurrir, y nada bueno. Cristiano le dijo que también estaba preocupado, pues, aunque había ganado velocidad, notaba que tenía menos fuerza, notaba que se estaba haciendo mayor, y eso no le gustaba.
Se abrió de repente la puerta, y todos miraron hacia la entrada, allí estaba la plana mayor del club, los diez hombres que estaban con ellos toda la temporada, y les dieron la noticia:
“Este año no se celebrarán los encierros de San Fermín”.
Los cabestros agacharon la cabeza, y unas lágrimas furtivas se escaparon de sus ojos.
 

NUEVA NORMALIDAD

Carlos Velázquez Goya

No lo negaré, la genética hace maravillas y los animales parecen hoy más sanos que nunca. Dicen que hasta los duchan para el encierro. Aunque me cuesta llamarlo así, encierro. Sí, es cierto, los seis toros siguen el mismo recorrido, cuentan con cabestros entrenados y ahí están los pastores con sus varas, por si alguno se despista. ‘El espectáculo más emocionante del mundo’, así lo vuelven a presentar. Será porque nadie parece querer acordarse. Peor aún: ‘Puedes seguir corriendo’, prometen desde el ayuntamiento, ‘pero de otra manera, ahora más segura’, insisten. Como si se pudiera comparar. ‘Es verdad, no es lo mismo, pero todo cambia y nuestras fiestas no iban a quedarse atrás’. Esa fue la conclusión tras años de dudas. Dudas que empezaron el año de la sentada, siguieron durante la pandemia y terminaron con un congreso internacional en donde pudimos discutir sobre lo indiscutible con los mejores expertos. Todo el mundo parecía tener algo que decir, pero al final se impusieron los de las ciudades inteligentes. Y ahora, del siete al catorce de julio, cada mañana y desde cualquier lugar, millones de personas se conectan con sus equipos de realidad virtual para correr ‘un encierro, pero cada uno el suyo’.