XIII Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín


LA COJERA

Francisco Javier Simón De La Torre

¡Venga, que no nos coja el toro!
Siempre que recibíamos un encargo en el estudio era su grito de guerra. Y luego se pasaba el proyecto voceando una variante ¡¡Que nos coge el toro, joder!!
Pero nunca nos pilló, mérito suyo, siempre entregamos las obras a tiempo. Fue un gran jefe, de los que no quedan. Empezó solo y ahora somos veinticinco. Le cogimos muchísimo cariño, llenamos las paredes de fotos del encierro, para motivarnos le decíamos y cojeaba y se reía.
Contaba su historia en cuanto había ocasión. Era de Salamanca y vino a Pamplona a estudiar arquitectura. Su familia tenía, tiene, una ganadería prestigiosa y contrataron sus toros para San Fermín el primer curso. Corrió ese día, uno lo arrinconó en Estafeta y lo corneó. Desde entonces la cojera y aquella manía de que no nos empitonaran… los clientes. Otra versión decía por ahí que fue un lateral derecho el que lo arrinconó contra la banda y lo dejó cojo para siempre, pero esta versión no tenía gloria.
Se jubiló, nos regaló el estudio y se fue para su pueblo.
Llamaron ayer: estaba paseando, viendo los toros, cuando el más bravo, nadie sabe cómo, saltó la valla.
El funeral es el domingo. 

OMG

Ignacio José M.muneta

Where on Earth could you find a place, allover bicolored in red and white, spreaded enthusiasm, open 24/7 (and a little bit more), mixture of worldwide visitors and guests , along with locals of all ages, traditionally united by deep feelings of belonging to a determined spot on a pointed out date?

A town completely devoted to enjoy and have fun, offering all kind of possibilities to thirsty throats, hungry stomachs, dancing feet, open hearts and randy spirits.

Lots of guys and chicks looking for neverending spanish sangria nights, or following Hemingway’s remarks about fiesta…(there is always someone trying to keep their glasses on…)

People pouring water out of their windows, to cool down and freshen up the hordes in the street, poor stained creepers back from chupinazo…and it is only noontime.

When I asked for a ticket to a city that never sleeps, my mind was rather on Vegas or NY, but my travel agent surely made the right suggestion, offering Pamplona as an option.
Mexico sounded nice.

WOW, excuse me, I still have to call my wife and explain.
Yes, please, bravas and caña. Gracias, amigo.