XIII Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín


REPRESALIA

Sylvia Saenz

Fija su mirada. Baja su cabeza. Avizora la lontananza.

El bullicio alrededor lo marea, el calor del estío lo marea, pero se posiciona firme. No hay espacio para titubeos, ni para vacilaciones.

El sabe que en los próximos minutos se juega la vida. Esa misma vida que lo impulsa hacia adelante, sin saber hacia adonde, solo hacia adelante.

La multitud aúlla y es hora de lanzarse a la calle. Corre desaforado. Se mezclan el miedo extremo y la ferocidad del desafío,

Qué poco queda por delante! Su determinación lo impulsa.

Se aproxima y finalmente, hinca su cuerno en el blando muslo de un turista inglés. 

SAN FERMÍN. MUCHO MÁS QUE ENCIERROS

Juan Jose García Cañadas

Llevaba mucho tiempo despierto, deambulando nervioso entre las paredes del salón donde predominaban fotografías de Pamplona, y vestido de blanco con el pañuelo rojo al cuello.
Iba a ser un San Fermín especial y diferente, donde los encierros no iban a los únicos protagonistas, por lo que surgiría el verdadero espíritu de unas fiestas que Pamplona preparaba y celebraba 365 al año, desde la concordia y la convivencia entre pamplonicas y visitantes.
Desde el pequeño balcón de Estafeta, donde antaño predominaba el rumor de los que se preparaban para correr ante los toros confundiéndose con los ecos de algunas actitudes resacosas, ahora no existía impedimento alguno para observar el punto de encuentro que con Bego, aquella catalana con la que había compartido los últimos safermines dentro de la normalidad, habían acordado.
No habían vuelto a tener contacto alguno, salvo algunos pequeños comentarios a través de las redes sociales, por lo que tampoco habían tenido ocasión de recordarse explícitamente la cita, salvo para hacer mención a la situación sanitaria que se estaba viviendo y que obligaba a posponer cualquier viaje.
Entraba dentro de la lógica que Bego no acudiese, pero con la esperanza intacta y el corazón latiendo como si estuviese en