THE CHRISTMAS CUPBOARD
Tim Pinks
THE CHRISTMAS CUPBOARD
Morning, July 6th. The fiesta cupboard is open…and there they are. My suits of lights in red and white. Like the Gigantes, hibernating until their re-awakening, my fiesta clothes await their unveiling.
White jeans and shirts hanging, t-shirts folded, red panuelos and fajas packed or rolled, precious green Gutterclub peña jackets protected. Red, white, green and more…the colours of Christmas in my fiesta grotto. Even my favourite alpargatas and trainers…boxed like presents, this Christmassy summertime morning. It’s Chupinazo Day!
For decades, I’ve carefully selected items, almost religiously putting them on. Red and white, like Father Christmas. Unfailingly during San Fermin, but especially this First Day of Fiesta, I feel I’m King of the World. Wonderfully a child again this glorious festive morn.
Then, fully dressed in red, white and San Fergreen, I look in the mirror, wondering why my panuelo is wet. I’m crying. Because it’s Tuesday 6th July, 2021, and Fiesta is cancelled. Again. And the tears flow, as they do all over Navarra and around the world, because once more Fiesta is an impossible, heart-breaking dream.
Pobre-de-mi. Pobre-de-nosotros. Pobre San Fermin. Pero volveremos. Ya falta menos. Viva San Fermin. Gora…
SINFONÍA
Nieves Vizcay Cruchaga
Qué bulliciosos son los pamplonicas. Ofician sus fiestas a base de estampidos. Ya sea al mediodía con el chupinazo, al anochecer acompañando al toro de fuego mientras echa chispas persiguiendo a los críos, al compás de los fuegos artificiales que iluminan la noche sanferminera o de madrugada con el cohete anunciando el inicio y el final del encierro; el cielo de esta capital no deja de recibir salvas en el lapso entre el seis al catorce de julio .
Una avalancha de sonidos se amontona por calles y plazas. Las dianas, los cánticos bajo la hornacina, la antesala del encierro, la comparsa, el alarde de txistularis, los dantzaris, las jotas, el estruendo, las vísperas, las procesiones, las peñas, las mulillas, la corrida, las barracas, los conciertos y actos públicos, privados, ambulantes o espontáneos y el pobre de mí, entonan sus particulares acordes.
¿Cuándo acabará el alboroto? ¿Cuándo triunfará la calma? La urbe se liberará irremediablemente de la música y los redobles el día quince. Durante doce meses los pamplonicas rescatarán a su emblemática ciudad de los daños colaterales. Con el nuevo año escalarán los peldaños del uno de enero al siete de julio con el afán de recuperar la jarana.