JERARQUÍAS
Ramón Llanes Domínguez
JERARQUÍAS
El día que me enteré que el esternocleidomastoideo era un simple músculo casi lloro de la rabia, esperaba que un nombre tan rimbombante representara algo mucho más efusivo; esta misma sensación la tuve cuando supe que San Fermín no era dios sino un determinado santo de la corte celestial y aun me pregunto si un músculo tan significativo y un santo que se celebra con tanta alegría deben permanecer siendo subordinados en el poder de la realidad corporal espiritual respectivamente y he acordado votar a favor de los dos para subirles el rango. El músculo será santo único en mi alegoría jerárquica y San Fermín será el único músculo que mantenga a los hombres libres y felices durante las eternidades que le queden de vida a esta manera de existir que tenemos los humanos. ¡Me llamarán del cielo para felicitarme, seguro que me llamarán!.
UN ÚLTIMO DESEO
Raúl Clavero Blázquez
El viento entró por Santo Domingo, en Mercaderes apartó sin compasión a todos los corredores, y antes de llegar al final de Estafeta envolvió a los toros en un torbellino y los elevó por encima de los árboles y de los edificios, llevándoselos lejos, lejos, lejos, más allá de las nubes, hasta convertirlos en un punto minúsculo para nuestros ojos. Cuando desparecieron definitivamente, engullidos en el cielo azul, sonreí, satisfecho por dos cosas. La primera, que el cursillo de magia había funcionado. Y la segunda, que mi padre, allí donde estuviese, podría correr un último encierro, tal y como siempre quiso.