XIII Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín


CUADRILLA

Elena Sánchez Nuin

Como cada año, ahí estaban.
Delante del ayuntamiento, mirando hacia el cielo, único espacio disponible años atrás, cuando la multitud era refugio.

Pero no había tumulto, no había ruido, no había nada, solo nostalgia y piedra.

Daba lo mismo. Desde que eran críos siempre quedaban ahí, y el espíritu estaba ansioso como hace 40 años, como cuando tenían 17.

Las ganas se llevan mejor delante de una buena mesa y los recuerdos afloran.

«Yo me acuerdo de esa prima tuya, que vino de fuera. Que se perdió un día 7 tras los toros y nos la encontramos en el Pobre de mí, llorando como una magdalena porque se habían terminado los mejores días de su vida».

«Aún me duelen los gritos de mi madre, cuando me vio en la retrasmisión de TVE, corriendo el encierro cuando le había dicho que me quedaba en tu casa. Y del abrazo de perdón al ver los churros de la Mañueta».

«Y cuando cambiamos la noche por el día, para correr delante de los kilikis».

«¿Qué buenos tiempos, verdad?, los encuentros en la calle, el perderse sin miedo, la amistad espontánea y el abrazo sincero».

«Ey, tranquilos, volverán. Estad seguros.

Volverán a ser buenos tiempos.
Volverá San Fermín». 

DESDE LA BARRERA

Jesus Plata Martin

—¿Por qué corréis delante de los toros? —pregunta el visitante.
—Nos apasiona —responde el mozo.
—¡Pero, os jugáis la vida!
—Nos apasiona, vivir.
—¿No tenéis miedo?
—Nos apasiona, vivir, de verdad.