LA ESCALERA
Carlos Remón Sanjuán
Terminamos la escalera más inútil sin San Fermín y a partir de ahí emprendimos las celebraciones en riguroso orden: 8 de agosto, 9 de septiembre, 10 de octubre, así hasta romper el maleficio y que, en vez de faltar cada vez más, de verdad ya faltase menos.
Lo hicimos por Koldo, que no nos hubiera perdonado incumplir el ritual.
Uno nunca se acostumbra y cada peldaño sin él ha sido un tormento. Igual un 13 de enero acompañas a la Comparsa por Comedias que un 18 de junio en la Plaza del Castillo te ves en La Era. Apuras en Mercaderes un 20 de agosto y un 22 de octubre miras con un escalofrío al balcón donde parece que suene Que hizo a San Fermín llorar. Hemos escuchado a La Pamplonesa aunque fuese 25 de enero y salido con la peña de la Plaza un 27 de marzo.
La memoria se comporta así con quienes hemos querido: vayas por donde vayas, aún asombra que no sigan estando.
Acaba la escalera definitivamente y llega ahora hasta el cielo. Me imagino a Koldo poniéndose de blanco con la tela de una nube, el pañuelico rojo del atardecer.
Mañana, esta vez sí, es 7 de julio.
CARTA A JUANITO
Rubén Navajas Bonafaux
Ketchum, Idaho. 2 de julio de 1961.
Querido Juanito:
Ya sé que éstas no son formas de despedirse, pero no tengo otra forma de hacerlo. No puedo más. Mi vida ha llegado a un callejón sin salida, no me aguanto a mí mismo y estoy decidido a poner fin a la mentira en que se ha convertido mi existencia. Pero a ti, mi más preciado amigo, te debo estas líneas.
A lo largo de mi vida profesional, como periodista y escritor, he recibido los mayores reconocimientos y premios que pudiera haber imaginado. Algo que a cualquier otro habría colmado y llenado de orgullo y felicidad. Pero en mi caso, y tú bien lo sabes, el éxito y la felicidad no han ido de la mano. Ahora, cuando he decidido poner fin a todo, puedo decirte que los únicos, los pocos momentos de mi vida que definiría como felices me llevan invariablemente a mi querida Pamplona, a los Sanfermines y a tu grata compañía.
Recuérdame cada 7 de julio, Juanito. Brinda por mí y eleva tus plegarias al Santo para que me perdone por lo que estoy a punto de hacer.
Perdóname tú también, Juanito.
Te quiere tu amigo
E. H.