XIV Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín


EL ESPÍRITU DE LAS FIESTAS

María De La Paz Valero Uceda

Aún recuerdo la alegría que sintió en mi corazón cuando supe de la existencia de esas fiestas en las que los muchachos correrían delante los novillos, eran unas fiestas alegres donde los vecinos se reunían y brindaban por su patrón, pero luego todo cambió, llegaron los excesos y esas tristes noticias que llenaban los telediarios, no, esa no era mi gente de Pamplona, esa gente que sueña todo un año con vestirse de blanco y su pañuelo rojo, esos no eran ellos o al menos ese no era el espíritu que yo amaba y del que me sentía inmensamente orgulloso.
Hoy tengo que confesar mi querido lector que me encantaría recorrer aquellas calles añejas, zambullirme entre los nervios de los chavales que es su primer encierro, y consolar a quien preocupado y a la vez orgulloso se queda en casa por los que partieron, y si, ¡claro que sueño con que todo cambie!, con que las fiestas de julio vuelvan a ser lo que nunca debieron dejar de ser, lo que se merece mi gente, esa que me ama como yo a ellos.
Quizás ya se estará preguntando quién soy: Me llamo Fermín aunque entre la gente me dicen San Fermín…
 

EN MEMORIA DE MI MADRE

María Del Mar Suárez Sanabria

¡Hola amatxo! Ya he llegado a la Cuesta de Santo Domingo. Periódico enrollado en mano, le canto al Santo. Me he recogido el pelo, bien estirado, como tú me aconsejabas, para que no me molestase en la carrera con los seis bravos. Estoy segura de que estarás al lado del morenico, cuchicheándole que soy una corredora de raza. Mami, explota el cohete. Nervios y adrenalina se disparan. Empiezo a volar. ¡Cuánto te echo de menos! 

VIVIRLO PARA ENTENDERLO

María Del Mar Salinas Yuste

Siete de la mañana, la calle se refleja perfectamente en tus gafas, mis manos sudorosas, están muy sudorosas.
Quizás no fuese necesario pero juntos volamos con los pies, aparecemos en el mismo coso, los dos unidos muy abrazados, en ese momento nos miramos. Corredores y toros, hombre y animal unidos, sudan y sus cuerpos brillan de una forma especial y única.
Todo es igual, sin embargo cada año la emoción es diferente y lo evocamos en nuestro día a día.
También tus manos al igual que las nuestras comenzarán a sudar y sentirás TÚ felicidad.
Llega el final, inevitablemente todo muere para mas tarde renacer de nuevo.
Me diluyo con el pobre de mí…tengo que trabajar…esperaré.