XIV Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín


CONTIGO EN SOL

Pedro José Belloso Ciáurriz

La verdad, regreso a casa bastante contrariado y dolorido. Además perdí una zapatilla cuando ya sentía el olor a morlaco desatado. Tropezón y voltereta. Qué duro y pegajoso estaba el suelo. Al menos, haciendo un esfuerzo, Merche calla resignada y desahoga sus desvelos protestando solamente por la pérdida irreparable. Paciencia Iñaki, mañana volverás con un par, con un par nuevo, al centro de la calle haciéndote respetar con piernas, cabeza y corazón, carrera limpia sin codos como así nos enseñó el padre y como corría siempre el abuelo.
Y ahora, mientras veo a Merche más calmada mirándome nostálgica y cariñosa ¿sabes una cosa? después de cantar al santo y recibir su bendición, no me importaría morir en Santo Domingo con esa preciosa mortaja de blanco remangado con tintes rojos. San Fermín y los dieciséis que me precedieron velaremos puntuales a las ocho con nuestros capotillos y por las tardes, como desde hace cien años, merendaremos magras y ajoarriero en la plaza. ¿Y sabes otra cosa? allí quiero pasar el resto de mis días contigo, sí, contigo, pero no te asustes Merche, esta vez iré bien calzado y te llevaré los besos y los vasos para brindar eternamente por nuestro amor, nuestro tendido de sol. 

LOS AUTÉNTICOS P.T.V.

Pedro Maria Vizcay Eraso

Todo el año os veo desde arriba del monumento a los Fueros.
Soy la matrona foral y junto con los Hércules y con la alegoría de la Justicia –aunque me ha costado conseguirles camisas y pantalones blancos, así como fajas y pañuelicos rojos al más puro estilo tradicional- nos vamos al Txupinazo.
Nos hemos juntado con los Gigantes que para no dar el cante venían vestidos de calle, haciéndose pasar por guiris de un equipo de baloncesto.
Después, mezclados ya con el gentío, llegamos hasta la casa del seminario, donde en el ático, hemos comido el típico almuerzo: chistorra, huevos con jamón… regado de buen vino, del nuestro, en porrón.
Cercanas las doce, los Hércules se han ido por los tejados –abrazados y cantando alegres- a ocupar sus puestos en el alto de la fachada consistorial.
Los demás, asomados en esa privilegiada atalaya desde la que se ve perfectamente toda la plaza, con los pañuelos ya en la mano, hemos oído decir: ¡Pamplonesas! ¡Pamploneses! ¡Viva San Fermín! ¡Iruindarrak! ¡Gora Don Fermín!
Lágrimas, abrazos, besos y el pañuelico rojo anudado al cuello han marcado con emoción el inicio de las fiestas de nuestra gloriosa ciudad, que son en el mundo entero unas fiestas sin igual…
 

MIS SANFERMINES

Pepe Arenas Guix

– ¿Lo dices en serio? A tu edad…
– Y tanto. «Los Sanfermines» han sido mi pasión durante años y cuando me decidí a ir, el dichoso COVID, me lo chafó.
– Pero hombre, eso de correr delante de un toro…, impone ¿no?
– No lo entiendes. La idea de correr delante de un toro, es una descarga de adrenalina, tan importante, que te hace sentir vivo. Pero «Los Sanfermines» , no son sólo eso.
– ¿Ah no?
– ¡Mecachis…! ¡Ves el desconocimiento!
– Ante todo es una «Fiesta» y una fiesta «Nacional», e «Internacional» con un maravilloso colorido y una pasión y entusiasmo de todos los participantes que son miles. Después del «Chupinazo» se…
– ¡Cómo me gusta ese nombre!
– Es absolutamente cachondo ¿verdad?. Después, como te decía, hay Corridas de Toros, desfiles de Gigantes y Cabezudos, Feria de Atracciones, abierta las 24 horas, Conciertos, Fuegos Artificiales…, de todo. Es la manifestación más sublime de alegría que puede manifestar pacíficamente un pueblo. Yo lo veo como la suprema «Fiesta de la Tolerancia», multiétnica y para todas las edades, resumiendo el enorme desespero por su fin, con «El Pobre de Mí», final.
– No sabía todo eso. Yo sólo pensaba en el «Encierro».