CORRES POR MIS VENAS
Rebeca Ibero Gonzalez
6 de Julio, los nervios afloran en casa, iniciamos el día con el olorcillo a tortilla de los bocadillos que mamá prepara para el viaje,volvemos a tu tierra!
Las rancheras de la Durcal junto con las jotas navarras nos amenizan el camino,parada obligatoria para el almuerzo y los nervios,la alegría,la nostalgia,se van haciendo notar cuanto más cerca estamos,sentimientos que hoy en día sigo percibiendo con la misma intensidad.
La familia entera nos acoge sin excepción,el Navarrico vuelve a casa!
El cante,la bota de vino,el embutido Zamorano y el olor a tabaco en pipa,me despiertan cada mañana a las ocho junto con el sonido del cohete que anuncia el inicio del encierro,sentimientos a flor de piel.
Visitamos Pamplona,gente en jardines durmiendo,música ,gigantes y cabezudos,las barracas con sus tómbolas de peluches enormes que siempre conseguíais para mí,un buen chocolate y por supuesto dos colores gravados en la retina,ese blanco y rojo que nos transforma por unos días en todos iguales.
Te llevo tatuado,mi San Fermín,aún no logro comprender cómo puede provocar tantos sentimientos un Viejo Reino en el que nunca he vivido.Tambien siento rabia,mucha rabia,de que corras por mis venas y ya no te pueda abrazar….
POR FIN
Ricardo Montañana Roig
Hora de espabilarse.
Son poco mas de las siete de la mañana. Que ganas tenia de volver a un siete de julio, el primero de los encierros. Hoy toca Nuñez del Cuvillo, se promete una mañana movida. Hace tiempo era mas de chupinazo, pero el paso de los años ha hecho que me centre en lo que realmente me hace vibrar.
Vestuario nuevo dos años después, aunque mantengo mi fajín, creo que me da suerte. La cara bien limpia, que se despejen las telarañas y a presumir de moreno.
En la calle, la alegría que desprende la gente, me da la energía necesaria para lo que me espera. Camino a mi sitio en Santo Domingo veo caras familiares, también alguno nuevo por aquí. Abrazos furtivos con desconocidos y saludos con la cabeza de los divinos.
En mi lugar de siempre, siento como si levitase, mientras veo como si todos estuviesen pendientes solamente de mi. Ya siento a los morlacos al principio de la cuesta inquietos por iniciar su frenética carrera. Suspiro, me relajo, echo mano furtivamente al engaño y escucho los cánticos de protección desde mi hornacina. Estoy preparado, esto está apunto de comenzar, solo espero no haber perdido el oficio con el capotico.
SANFERMINES. MÁS QUE UNA FIESTA, UN SENTIMIENTO.
Ricardo Badenes Velasco
Ahora ya sé que los Sanfermines son, ante todo y sobre todo, un sentimiento. Ahora entiendo las lágrimas de mi padre aquel ya lejano 6 de julio cuando, yendo en el coche por Valencia, escuchamos por la radio el mítico “Pamploneses: Viva san Fermín”. A través del retrovisor del coche nuestras miradas se cruzaron, pero ni una sola palabra nos dijimos; no hacía falta, aquel día entendí muchas cosas. Y ahora entiendo perfectamente por qué, cuando murió mi abuelo, mientras sus restos mortales entraban en el templo parroquial de mi pueblo, sonaba aquella música maravillosa que yo entonces no conocía… Mi padre nos dijo a mi hermano y a mi, “escuchad esta música y luego os cuento”. Era la Biribilketa de Gainza, la música que hace llorar a mi padre. No se podía marchar mejor acompañado nuestro abuelo, con la Biribilketa y el pañuelico rojo que mi padre le puso dentro del féretro a la altura del corazón, lugar donde él y su hijo, mi padre, llevan al santo morenico y todo lo que representa. Algún día, cuando las circunstancias me lo permitan, yo también viviré esas fiestas, esos momenticos que emocionaban a mi abuelo y hacen llorar a mi padre.