XIV Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín


TRES GENERACIONES

Silvia Asensio García

Se acerca San Fermín. Apenas quedan unas horas para que comience el Txupinazo. Este año es especial porque por primera vez su nieto participará en los encierros y no precisamente desde la barrera. Tres generaciones unidas bajo un mismo deseo. Se siente orgulloso.
Ha intentado mantenerse en la mejor forma posible, pero sabe que este será el último en que recorra esos metros. Se acuerda en ese momento del pañuelo rojo que le bordó su mujer (ella ya no está) y que ha llevado en tantas ocasiones. Está lleno de risas, de recuerdos, de vida.
Lo devolverá a esa caja en la que ha permanecido casi cuatro décadas, esperando el siguiente y que solo verá la luz para enseñárselo a sus biznietos. Entonces, se le ponen los ojos tristes pensando en el “Pobre de mí”.
 

PRÓXIMO PIQUETE

Silvia Oller Jurado

Tres minutos antes de las doce digo: “Gora San Fermín”, y tengo todo preparado para que a en punto estalle el chupinazo de mi olla a presión. La multitud de alubias ahí congregadas están exultantes porque han cogido el toque rojizo del pimentón y esperan la alegría que alcanzará a todos los comensales. Somos seis y pronto llegarán.
Esperando a todos siento la añoranza de no estar en la plaza Consistorial donde todo el mundo se siente feliz y lo comparte, y desde la distancia mi corazón trepida con ellos, pero me contento con compartir este día mágico con los míos.
-¡Pero, Mira por Dios, hoy me van a dar la comida, pues todos se retrasan! ¡Qué poca puntualidad!
– El año que viene les darán por saco a todos. Decidido, me tomaré el día de huelga por San Fermín.
 

VOLVERÉ

Sonia Segur Velaz

Detrás de aquellos ojos asomaban unos dientes blancos y una nariz risueña, que tras casi dos años con la mascarilla no había vuelto a ver. Fermín había crecido mucho. Ya tenía siete años! Corría como desbocado detrás de los cabezudos y los kilikis después de tanto tiempo sin verlos. Era un sueño hecho realidad. La gente reía y disfrutaba. Cuando de repente Fermín se paró y en el cielo un estruendo nos recordó que ya había empezado hoy era 6 de Julio. San Fermín!!! Los pelos de todo mi cuerpo se erizaron.