PADRE
Victor Daniel Estigarribia
Ya tenía mí ropa dispuesta desde el día anterior, pulcra, lavada y planchada. Pero por algún motivo sentía que algo me faltaba. No era algo de organización sino de… cierto!
-Madre pon la tele me verás correr como lo hacía papá.
-Hijo mío, porque insistes en correr, sabes que me da miedo.
-Ma, yo también tengo miedo, pero más miedo me da no poder conectarme con mí padre, nunca llegue a correr con él antes que falleciera pero su pasión por esta fiesta fue más grande que su miedo y eso me lo traspaso a mí, tengo miedo de salir lastimado pero tengo la pasión intacta y corriendo por mis venas. Así que pon la tele ma, porque te prometo que hoy me verás correr como nunca nadie lo hizo porque mí padre corre conmigo.
LIBERTO
Victor Manuel Fernandez Fernandez
Un estallido perturba la paz que reina a mi alrededor. El olor a pólvora inunda el ambiente. Las puertas se abren. Mis músculos se tensan presa de la emoción. Agacho la cabeza y comienzo a correr. La multitud que me rodea me impide ver a los cabestros. A mis espaldas un morlaco bragado acelera el paso. Sus imponentes pitones se reflejan en el espejo de un escaparate comercial. El húmedo suelo adoquinado hace que resbale y esté a punto de caerme. Mi corazón se acelera al llegar a una estrecha calle abarrotada de gente. Apenas puedo encontrar un hueco para continuar con mi carrera. Mi respiración
entrecortada se entremezcla con los ecos de los vítores que brotan de los balcones. Un mozo que corre a mi lado sosteniendo un viejo periódico se apoya en mi espalda. Le miro fugazmente y su cara palidece. Al final de la calle se vislumbra otra puerta. Acelero emocionado el paso ante mi inminente regreso al hogar. En el callejón, una montaña de gente interrumpe mi ansiada liberación. Embisto con toda la fortaleza que permite mi extenuado cuerpo. Finalmente, tras acceder al ruedo localizo a los cabestros para acompañarlos en su dócil paseo hacia los corrales.
LAS COSAS DE LA PANDEMIA
Victor Raul Rincon Villamil
Vemos las noticias, los periodistas hablan de una enfermedad llamada Covid- 19 que se está gestando en Asia, que rápidamente se esparcirá por todo el mundo. Mucha gente de mi país riéndose y algunos de mis amigos adjudicando que eso solo pasa por allá lejos. Y lamentablemente la pandemia se apoderó de nosotros, con ello las cuarentenas obligatorias. Dejando a muchos sin trabajo, otros aguantando hambre, sin embargo, unos utilizaron la virtualidad para seguir con su vida como: estudiar, trabajar y en entretenimiento. Muchos de los que inicialmente se burlaron de la epidemia murieron o algún familiar de ellos.