XIV Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín


HOY SOY ERNESTO

Alexis López Vidal

—¿Qué anda escribiendo en esa libretita? —Pregunta la muchacha con curiosidad. Los cabellos flamean con el viento y el carmín en sus labios rivaliza con el pañuelo rojo al cuello.
El hombre detiene el sembradío de palabras en el papel, intercambia una mirada y responde:
—Quisiera pensar que describo con justicia la fiesta de San Fermín, el holgorio de las gentes y a usted.
Habla con manifiesta corrección aunque no resulta menos evidente el acento extranjero. Unos mozos pasan repartiéndose risas, las camisas de un blancor rabioso. La pluma se afana de nuevo en documentar la fugacidad de la escena.
—Usted no es de Pamplona —afirma, con convicción, la muchacha.
El hombre sonríe. La barba cana enmarca la boca carnosa y se diría que es una boca que quiere sonreír y decir todo lo que quepa en el mundo.
—Un poco sí, porque soy un poco de todas partes. Pero, señorita, respirando el ambiente de esta fiesta, en un día como hoy me gustaría pensar que a todos nos ampara la misma bandera —dice señalando su pañuelo.
—¿Cómo se llama usted? —Pregunta ella, intrigada.
—Hoy soy Ernesto —responde él, sin dejar de sonreír ni de escribir. Cualquier otro día, en otro lugar, es Hemingway. 

CHUPINAZO EN EL ALMA

Alfonso José Prado Rey

Me amarré a tu cuerpo, llevado por la ilusión de aquel primer chupinazo que hizo estallar de júbilo a toda la plaza Consistorial. Después, conducidos por tu peña, degustamos ajoarriero y pochas, regadas con vino y cánticos que precedieron al tradicional “Riau-Riau”. Fue una jornada mágica, de camaradería, arraigo y felicidad compartida. Noté cómo el nudo que nos unía era tan fuerte que nadie nos iba a separar jamás. Hasta que llegó el primer encierro.
Corríamos a la altura de Telefónica cuando, resbalando ante uno de los cabestros, nuestros destinos se separaron. Tirado bajo el vallado, vi como te recomponías y seguías la marcha evitando que uno de los toros te alcanzase, perdiéndote definitivamente por el callejón. Por fortuna, mi sensación de orfandad duró poco. Recogido por las cálidas manos de Paula, festejé con ella el resto de la semana. Cada noche, sin embargo, la nostalgia del recuerdo de tu valiente rostro, me volvía a evocar nuestro sueño interrumpido.
La plaza entonaba el “Pobre de mí”, cuando te vi, exhausto, junto a Mercaderes. Sellando con un beso el cuello de Paula, me desaté y volé libre hacia ti. Tus ojos brillaron ante el regreso de tu “pañuelico”.  

«FERMINTZERO»

Alfredo Charles Chevannes

En Navidades conocí a Mateo el “Olentzero”. Bonachón, serio; a la vez jovial con tupida barba y bigotes blancos; mirada penetrante … recordaba, a “Hemingway”.
Entablamos amistad, creándome un enigma durante mi estancia en Pamplona con “la escalera de San Fermín”.
1 de Enero
2 de Febrero
3 de Marzo
4 de Abril
5 de Mayo
6 de Junio.
¡ La Víspera ! … Con el “Txupinazo” del Ayuntamiento, desatando estruendos acompasando el fervor. Pañuelos rojos anudados al cuello sobre el vestir blanco de “Fiesta Sinigual”.
7 de Julio… Madrugué! citado por mi anfitrión en la Plaza del Castillo. Txapela y traje de pamplonica, no pude por más, llamarle “Fermintzero”.
Bajamos Chapitela a Mercaderes para ver el encierro. Previamente, acopio en la txurrería para inicio de intensas sensaciones.
¡ Primer encierro ! Tras el cohete, la sinfonía del tenso espectáculo sin incidencias; luego imbuirnos en el jolgorio y la alegría al ritmo de las txarangas. Comer en el centro, hasta volver a casa. Descanso y a la corrida de toros.
¡ Apoteósicos momentos ! … Peñas, Gigantes, Cabezudos, Zaldikos y Kilikis en medio de la algarabía popular.
¡ Días incesantes … hasta “ El Pobre de mi” ! … ¡ Gero arte ”Fermintzero” ! 

CHUPI DE MÍ

Alicia García González

Irati se levantó como todos los días a las 5 y media de la mañana. Lo llevaba haciendo desde que tenía 18 años. Más de 50 años sonando su despertador a esa hora. Pero hoy era más especial, era 7 de julio.
Abrió la ventana para dejar entrar el fresco aire de la mañana. Junto a él le llegó la algarabía de la gente. Unos aún no se habían acostado y cantaban felizmente. Otros andaban con el ritmo de empezar un nuevo día.
Se vistió rápidamente, se puso su pañuelico rojo y desayunó preparándose para su larga jornada de trabajo. Bajó las escaleras que la llevaron sin salir a la calle a su cafetería. Antes de abrir las persianas tenía trabajo por hacer. Hoy, y hasta el 14 julio, amasaría para hacer churros. No era comparable a la Mañueta y sus churros en horno de leña pero quería alimentar a los mozos que preferían cargar las pilas antes del encierro.
En breve sonarían las dianas que traerían a La Pamplonesa, los gaiteros y los txistularis junto con los mozos deseosos de celebrar las fiestas un año más.
Miró su reloj y sonrió. Las 6:45. Que empiece la Fiesta, y ¡Viva San Fermín!, pensó
 

7 DE JULIO

Alicia Gutiérrez García

Tercer cántico.. ¡a San Fermin pedimos por ser nuestro patrón, nos guíe en el encierro dándonos su bendición!..¡ Viva San Fermin!..¡VIVA!…¡Gora San Fermin!…¡GORA!…el corazón se acelera,la adrenalina se dispara, el estómago se encoge,los nervios a flor de piel,el cansancio se mezcla con la emoción..bonita sensación..instantes después se abre el portón de los corrales,un sonido al viento advierte lo que está a punto de pasar, a lo lejos ruido de cencerros al galope…y todo comienza una vez más.. los corredores se agolpan,unos caen,otros se refugian,otros simplemente corren sin mirar atrás y derrepente en medio del gentío aparecen lomos negros como la noche y astas tan finas como navajas,los pastores los custodian y los guían durante todo el trayecto hasta llegar a la plaza..y solo unos pocos que son tan valientes como locos,se atreven a correr junto a esos lomos , los tocan , los acarician , los besan …y hasta los muerden,incluso se atreven a agarrar sus astas..la locura y el frenesí se apodera de los corredores que arriesgan sus vidas por acariciar esos lomos y si caen,no hay dolor,solo decepción por no haber podido completar esa carrera y los que la terminan,cuando llegan a la meta sienten el milagro de volver a nacer.