TSUNAMI EN LA ESTAFETA
Antonio Aranda
7/Julio/2022. – Encierro/expectación/aglomeración. Alguien está conspirando…
Palacio Condestable: —Bienvenidos a la convención mundial de los virus más letales de la tierra. Hola, hepatitis, sida, coronavirus, gripe española, etc. un honor saludarles. Y sin más, escuchemos al “NUEVOVIRUS DE LA RISA” que explique su nuevo descubrimiento:
Hoy, aquí, en c/Estafeta, corazón de Pamplona, probaremos una sustancia inocua e invisible que solo reacciona ante las endorfinas que los humanos liberan al reírse, las infectan y éstos ya no pueden dejar de reír y contagiarse hasta desfallecer y perder la vida.
Demo vídeo:
Estafeta tras primer encierro, 1000 sudorosos pamplonicas riendo se contagian y caen desfallecidos al suelo ¿Será un golpe de calor? Alguien pide agua y cae un tsunami desde los balcones. Todos se levantan mojados y siguen tan felices cantando clavelitos.
Nuevovirus. — ¿Cómo? ¿Qué? ¿ya? ¡Qué desastre! Quizá he subestimado a los pamploneses/as y he sido soberbio y arrogante. Su inteligencia y determinación son impresionantes. Abandono.
Alcalde. —Gracias a San Fermín y al ingenio navarrico, hemos derrotado al “NUEVOVIRUS DE LA RISA”. Recomendamos muchos katxis y calimochos, para inmunizarse.
Sanidad. —Menuda potra hemos tenido. Agua fría y casualidad han sido el remedio contra la enfermedad. Mejor seguir la fiesta sin que nadie se entere.
6 DE JULIO
Antonio Hidalgo Maillo
Las gafas aprietan como un calcetín ajustado pero merece la pena . Con tan solo ponerme a rastrear entre las rocas ,mi respiración se asienta y olvido el mundo. Hace tiempo que no buceaba con un sol tan majestuoso, el fondo parece una avenida reluciente , incluso en el envés de las rocas la claridad es poderosa . De pronto, siento una corriente jugando con mi espalda y me giro . Un grifo de agua fría está abierto en alguna parte ,la mezcla con el sol es agradable . A lo lejos , en la misma dirección por donde se acerca la corriente veo unas extrañas figuras . Suele pasar que las nubes en días tan radiantes imprimen algunas sombras y crean efectos extraños en el agua . Las figuras se acercan lentamente, no diría que son peces ni otros buceadores . No puedo creerlo.
A cincuenta metros se acercan una manada de toros con los cuernos envueltos en algas y los ojos casi escondidos por el efecto de la sal. Se acercan flotando, ingrávidos ,moviendo sus patas como tortugas gigantes . Alucinado por el encuentro me encaramo a uno de ellos y recorro unos metros . Lo había olvidado: hoy es San Fermín.
BLANCO, NARANJA Y ROJO
Antonio Gómez Manrique
No acostumbro a salir del hotel en los días de corrida. Desconozco por qué me vestí de blanco, con pañuelo rojo al cuello, y acudí como espectador a ver correr a los astados la calle Estafeta arriba. El griterío es ensordecedor. Un jabonero, que ha quedado rezagado alejado de sus hermanos, está a punto de cornear sin piedad a un corredor acorralado. De súbito, el toro se para en seco, alza la cabeza y clava sus ojos en los míos, olvidando su objetivo. Por primera vez, tengo la extraña sensación de que el destino de uno de aquellos animales está cosido al mío.
Horas después, sobre la arena, estoy exhausto. Tengo la certeza de que ese toro blanco es distinto a cuantos he lidiado hasta entonces, y de que, si ejecuto con él la suerte suprema, él hará lo propio conmigo. Prolongo cuanto puedo la faena de muleta. En el trance en que me hallo, no oigo en los tendidos la petición de indulto de las charangas. Naturales, trincherazo y atronadora ovación. Alzo la vista y, con alivio, atisbo en presidencia el pañuelo naranja que nos perdona la vida a mí y al toro que me había mirado a los ojos esa misma mañana.