XIV Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín


AMORES EN PAMPLONA…

Gabriela Mechura

Ella llego con sus maletas cargadas de sueños postergados por años de pandemia. Alli la esperaba su amada familia,ya era el 3 de julio y eran sus primeros San Fermines en vivo y directo,ya casi rozandole la piel.
Se apresuro esos dias a seleccionar su vestuario,le regalaron la faja y algunos atavios mas! Ella era una navarra mas! Cuanta emocion,los iba a vivir como tantas veces lo habia soñado!!
y asi,con su vestimenta roja y blanca salio rumbo al Ayuntamiento,casi eran las 12! y mezclada con toda esa marea roja y blanca,entre lagrimas y Gora San Fermin! los comenzo a vivir en su corazon.
En esos nueve dias de emociones sin fin…por fin,un dia se encontro con el. Su amigo virtual,su amigo de tantos años,de compartir alegrias y tristezas. Lo vio,se vieron frente a frente y las emociones fueron indescriptibles,fueron uno solo.
Ninguno sabia que les sucederia eso…Solo fue verse,rozar las manos..y la magia sucedio.
San Fermines,es eso…magia,luces,cantos,algarabia,emociones….pero fundamentalmente amor profundo e indescriptible.
Hoy estan a mas de diez mil kilometros,el oceano los separa…pero ese amor profundo y esa magia ancestral..no conoce de kilometros ni distancias…
Hasta el fin de sus dias,tendran ese amor en Pamplona. 

EL ABRIGO

Gaizka Etxebarria Cubillo

El fuerte estallido del chupinazo estremece mi cuerpo y un gran barullo emerge hasta ensordecer. Creo que últimamente estoy muy susceptible y me agobia la cantidad de gente que me rodea. Parece todo, una gran nube blanca y me siento desorientada. No existe orden, no hay lógica. Miro atrás nerviosa y las cabezas parecen flotar entre la marabunta suspendidos en sus pañuelos rojos. Me sale una sonrisa, parece mágico. En sus rostros no hay duda, no hay temor, solo felicidad.

Ocho de la mañana y otro chupinazo, este sí, me tensa el cuerpo que con firmeza se pone en alerta. Oigo abrirse las puertas y unos cencerros resuenan hasta en lo más profundo de mis entrañas. Miradas concentradas. Rigidez. Entonces corro, corremos. Corro sintiendo, corro viviendo… corro sin mentir. El miedo me coacciona pero mi alma empuja y sin respirar vuelo. De repente un túnel oscuro, y una luz brillante me recoge y me lleva a la plaza de la vida donde todos estamos.
 

LOS INTERROGANTES DE SAN FERMÍN

Gal Gomila Llobet

—Ei, Juan, ¿Tu por aquí? ¿Cómo estás?
—¿Cómo me has conocido con la mascarilla?
—¿Por las orejotas? ¿Recuerdas las bromas que te hacía cuando éramos pequeños?
—¿Cómo me podría olvidar? ¿Sabes las veces que me hiciste…, que me hicisteis llorar tú y tus amigos?
—¿Y cómo estás, entonces?
—¿Cómo me ves?
—¿Quizás un poco más delgado?
—¿Tú crees? ¿Y tu mujer?
—¿Cuál?
—¡¿Cómo?! ¿Tienes más de una?
—No, hombre, ¿no sabes que me separaré?
—¿Qué dices? ¿Cuánto hace de eso? ¿No estabas con aquella rubia despampanante?
—¿Recuerdas cuando cerraron aquella tienda de móviles de la Rambla, Juan?
—¿La de la esquina? ¿Dónde ahora está el burguer?
—¿I sabes a quién echaron por temas amorosos?
—¿Por eso cerraron?
—Trágico, ¿verdad?
—¿Y cuándo fue eso?
—¿Tres meses…? ¿Sabes que no me acuerdo? Bien, Juan, ¿nos vemos para hacer un café y charlamos?
—¿Y me explicas de ti, también, Albert?
—¿Cuándo te va bien? ¿Tienes móvil?
—Sí, di, ¿qué numero tienes?
—¡¿Qué haces con esta reliquia?! ¡¿Dónde vas con eso por el mundo?!
—¿Verdad?
—Oye, todavía tengo las llaves del almacén. ¿Vienes y miramos uno de chulo?
—¿Tienes tiempo, ahora?
—¿Para los viejos amigos con orejotas? ¿Tú que crees?
 

HITZORDU SAKRATUA

Garbiñe Zabala Zabaleta

Umeak korrika buruhandien aurretik, eta haien artean Angel, Angel Nieto lagunontzat. Gurpildun aulkian, motorra bailitzan, ziztu bizian iritsi da hitzordura. Zerbait sakratua bada mundu hontan hitzordu hau da: 30 urte, egun, leku eta ordu berean elkartzen. Aulkia aparkatu eta elkarri begiratu diogu. Kamiseta zuria, lepoko gorria eta irria ezpainetan. Horixe da Angel, bizitzak eta gizarteak jartzen dizkioten oztopoei umorez aurre egiten diena. Burura datorkit txiza gura eta elbarrituentzako komun eramangarri batera joan zenekoa. Besoetan garagardo kutxa zuela atera zen.
-Hara! Hau detailea udalarena! Komuna garagardoz bete ez dute ba!
Aurten ez dugu horrelakorik izango, elbarrituen komuna biltegi gisa erabiltzea debekatu baitute.
Hurrengoa Miren da. Caravinagre lagunontzat. Purrustaka eseri da: beroa, jendetza… Baina zer lirateke San Ferminak Caravinagre gabe? Eta Miren bera bezain derrigorrezkoa da. Lehena kexatzen eta azkena etxeratzen. Kirioak dantzan jartzen dizkizun une berean, bihotza samurtzen dizun horietakoa.
Laugarrena Carlos. Paul Newman lagunontzat.
—Hi al haiz? Nondik atera dek melena? —galdetu du Angelek.
—Turkiatik —dio hortz zuri perfektuak erakutsiz.
—Marka dek! Gorputzeko ileak depilatu eta buruan jarri? Inkonformista halakoa!
—Izan dezagun bakea —dio Caravinagrek gargardoa altxatu eta aulki hutsa begiratuz—. Topa! Primitibogatik! Lehena entzierroetan, lehena hitzorduetan, eta jakina lehena mundu hau uzten.
Primitibo lagunentzat, Asier goinontzekoentzat, horixe baita amak jarri zidan izena.

 

OTRO PUNTO DE VISTA

Gema Puertas

– ¿Qué es esto? ¿Dónde me encuentro? Ayer estaba con mi familia en una granja del campo y hoy me encuentro encerrado aquí con desconocidos, de hecho, hay tres que no se ni de donde han salido, ni siquiera se parecen a los demás. Está amaneciendo y se escucha muchísimo gentío, mis compañeros empiezan a ponerse nerviosos, sobre todo los nuevos. Sienten como sí que algo inquietante fuera a ocurrir. De repente un estruendo suena en el cielo y unas puertas se abren de par en par. Esos compañeros marrones y blancos que no conocíamos comienzan a correr hacia afuera, y mis compañeros les siguen. Hay un mar de gente que se abre conforme avanzamos por una calle, solo se ve gentío y gritos yo continúo corriendo. Un compañero se ha caído, el suelo resbala muchísimo y te sientes como en un laberinto lleno de curvas y palos rojos. Hay personas que intentan correr a nuestro lado, se hace la oscuridad por un segundo y entras en un lugar monumental, lleno de gente por todos los lados, -¡Oye chicos! Vamos a ver este lugar, – pero nadie me hace caso y corren hacia una puerta pequeña. Entramos todos, hasta el rezagado. Se escuchan aplausos.