Y el mal tiempo continúa. Han pasado dos semanas desde que finalizaron las fiestas y tan sólo el 16 de julio disfruté de la piscina. Miento, el sábado estuve jugando a pala y todavía me duele todo el cuerpo, ya que no se deben de ejercitar los mismos músculos que en el levantamiento de vidrio, en los bailes culebreros, en el alzado de peques y travesía tras la comparsa, o en las cubo-txingas.
Mi balance de las fiestas es, como casi siempre, positivo, aunque también he tenido algún disgustillo con el enano de la casa, ya que el día 9 de julio se quemó las manos al apoyarlas en unos barriles de cerveza que estaban al sol, parece increíble, pero así fue. Por suerte, ya está mejor.
El comienzo de las fiestas, a tope, las cojo con muchas ganas, y por más que pasen los años y me proponga llegar un poco antes, el día 6 lo estiro bastante. Momentico en el comedor de la peña cantando a viva voz con los colegas, como el 14 justo antes del pobre de mí.
El 7, almuerzo, procesión, vermutada, comida, toros, y salida nocturna, encuentro con algún destacado miembro del blog. Genial, aunque luego pasa factura.
El 9, 12 y 14 de julio, comidas en cuadrilla (destacando la chuletada en la peña del día 12 y el servicio y calidad de la comida del día 14 en el Bodegas Leyre), y toros. Respecto a las meriendas de los toros, destacar el bocadillo seco y salado de Viandas de Salamanca del día 9 de julio, que con un crianza y posterior gin-tonic, lo superé.
Novedad el día 13, visita al circo mundial, elefantes, loros, perros malabaristas, caballos…siempre me quedaré con la pena de no haber visto al ligre.
Me alegro de haber compartido muy buenos ratos con miembros, colaboradores y lectores del blog, aunque como decía Pamplonudo, con algunos no tuve tiempo ni de echar una caña.
Y ahora que todo ha acabado, hasta el emocionante Tour que nos ha amenizado esas grises tardes, sólo nos queda esperar a que salga el sol para disfrutar del resto del verano.
Por último espero que se erradiquen de una vez por todas las agresiones sexuales o de cualquier otro tipo que empañan el buen ambiente de nuestras fiestas.
Hala, a disfrutar del verano.
Quizas deberias plantearte porque tu pequeño se lanzó a por un barril de cerveza. ¿ Habrá salido al padre?
Jo, pues pronto empezamos.
Yo me planteo que hacen unos barriles de cerveza detrás de las pijotxoznas, en la zona verde de esa calle.
A las pijotxoznas se les permiten ciertas cosas. Tambien es mala suerte, con el poco sol que ha hecho en Pamplona….., y le tenía que tocar a él el pobre…..
Era para poder servir caliente la cerveza, qué puristas…