Jornada matutina, un seis de julio en un lugar cualquiera…
11.00 AM. Desde el principio, supo que estaba fuera de lugar. Atusándose el bigote, P., nuestro héroe, dirigió su mirada de izquierda a derecha, vislumbrando el presente. Definitivamente, las sensaciones eran distintas.
11.15 AM. Debido a motivos profesionales, se encontraba en territorio comanche. Maldijo entre dientes, inquieto. Le queda poco tiempo para terminar su trabajo. Sabe que están cerca. Su infalible olfato, querencia profesional, así se lo asegura.
11:30AM. El pulso se le acelera. Más que respirar, resopla. Inicia la carrera. Quiere perseguir más no alcanza.
11:45AM. Jadeando, casi sin aire, llega hasta la puerta. Por poco, pero P., logra llegar hasta su objetivo. Una placa reza: Centro Navarro. Debido a su cansancio, no repara en primera instancia en un cartel escrito a mano que lo sentencia: Nos hemos ido a Pamplona.
11:55AM Utiliza con pasmosa destreza el arameo en modo juramento. Atónito y cariacontecido, P., intenta asimilar sin éxito su derrota. Es en ese momento cuando siente por primera vez lo que es la soledad de un seis de julio lejos de la vieja Iruña.
11:59 AM Se saca un pañuelo ensangrentado de la chaqueta para secarse el sudor que corre por su cara… de pocos amigos. Esta desaparece al llegar a la conclusión de que tiene que continuar, y donde sino en Pamplona, con su misión.
12:00 PM Enarbolando su pañuelo, brama un Gora San Fermín que hace palidecer a los lugareños que le observan. No hay tiempo que perder y sí muchos kilómetros que recorrer…las fiestas para P., acaban de comenzar…
(CONTINUARÁ)
Redios !!! ¿ Otro que escribe por etapas ? Habrá que ir siguiendo al mocé.
Otro friki liteario. Este blog no mejora.
¡¡Bienvenido Sr. Don Gato!!