A raiz de la cogida mortal de Daniel y del escalofriante vapuleo acompañado de cornadas propinadas por Ermitaño a Pello, hemos descubierto que los verdaderos expertos en el encierro no se encuentran entre los corredores, aficionados y demás sanfermineros impenitentes, si no que están cómodamente instalados lejos de nuestra tierra y han tenido a bien dictarnos qué es lo que nosotros, pobres paletos, debemos y no debemos hacer.
Por lo visto para estos señores el encierro va desde una carrera popular en la que el único riesgo debe ser el coronario hasta, como para otros más lejanos, una versión modernizada del circo romano en el que los políticos disfrutan desde el balcón viendo como la plebe es corneada sin cesar a lo largo de toda la jornada por toros salvajes que se sueltan de forma indiscriminada por toda la ciudad.
Todos estos «expertos» que han pontificado sobre el encierro, han demostrado tener muy poco conocimiento del mismo y se han lanzado a reivindicar desde su desaparición hasta mejoras en la seguridad, sin saber que todo lo que ellos proponían está ya aplicado o se ha estudiado e incluso tras su aplicación se han retirado si no ha sido efectiva y ha supuesto riesgo. Ahora bien como dice el refranero «consejos vendo y para mi no tengo» y bien que se ha visto como han centrado su portadas, imágenes y comentarios en la parte más morbosa, como la agonía del pobre Daniel o como se han recreado en la paliza cuasi mortal propinada a Pello, pero claro «la pela es la pela» y vende más periódicos y genera más impactos publicitarios el morbo que cualquier otra cuestión.
Mi conclusión es que el «cuarto poder» de este país, los de tirada nacional, han demostrado que priman sus intereses empresariales sobre su deber de ofrecer información veraz y contrastada. Si el tratamiento dado al encierro es el que acostumbran a dar al resto de noticias, apaga y vámonos.
Desde luego, me quedo con el tratamiento dado desde la prensa local.
Para conocer un poco mejor lo que es el encierro os recomiendo que leáis y en este orden, los microrrelatos «Miedo», finalista en 10 lugar del Certamen, y, el ganador, «El último encierro».
Está claro que el dicho resume muy bien todo esto:»Qué atrevida es la ignorancia». Todos nos hemos indignado con el tratamiento que los medios nacionales han dado a esta lamentable tragedia. Pero es que se empeñan en denostar y degradar nuestra fiesta, vete tú a saber porque oscura razón. El encierro es un acto en el que milagrosamente no hay muchos mas fallecidos, dado el tremendo peligro que entraña el correr delante de unos animales que pesan en torno a 600 kg, y que solo con una caricia de sus cuernos pueden matar. Lo más escandaloso que yo vi en televisión fue en un programa de esos del corazón, en el que querían dar a entender un par de truchos que eso era salvaje y que habría que prohibirlos. Por no decir de nuestro amigo Santiago Cervera que pensaba igual.
Eso es lo peor, los que pontifican sin siquiera tener una mínima idea de lo que están hablando. Frases como «o se minimizan los riesgos o se suspenden los encierros», ¿por qué no las aplican a cualquier otra actividad humana? ¿Suspendemos el submarinismo? ¿El buceo en apnea? Desde luego es una actividad en la que puedes acabar muerto, entraña riesgos, la autoridad competente debería velar para que nadie muera descendiendo en apnea… y si esto no es posible, habría que prohibir el buceo sin botellas de oxígeno…
Además el buceo en apnea entraña riesgo de muerte no sólo para el que lo practica por amor al arte, sino también para el que tiene que acudir al rescate del herido. Puede morir incluso el que va a recuperar el cuerpo del muerto. ¿Cómo podemos permitirlo? Pero ¿en qué mundo vivimos? Hay que prohibir automáticamente la gran mayoría de actividades humanas, ya que -posiblemente en menor medida que el encierro, estadísticamente hablando- pueden ocasionar la muerte.
En realidad, estos salvadores iluminados lo tienen demasiado claro: simplemente crean el caldo de cultivo para vender su producto. Los de La Noria polemizan para meter más publicidad al tener más audiencia, Pedrojota se marca un discurso anti-encierros pero luego abre en primera plana con las fotos más morbosas y titulares como «Nueva carnicería en Pamplona», el País organiza debates y encuestas en su web, etc., etc.
¡Ah!, y otro síntoma del desconocimiento más absoluto: ¿cuánta gente está pidiendo la prohibición de «los sanfermines» refiriéndose al encierro?
Veo que estamos todos muy calientes con lo que hemos visto ,oido y leido estos dias atras en la prensa.Mi pregunta es :¿Hablaran de todos los temas que tratan desde el desconocimiento,como en el caso del encierro,o se informaran antes de hablar,cosa que no han hecho en este caso?Creo que el pade del chaval dio una leccion a mas de uno.
Yo creo que en el encierro todo lo controlable esta controlado al maximo,pero lo incontrolable,los toros,es eso,incontrolable.
Ya me acordé del relato ganador, ya. Unas cuantas veces, cada vez que veía por ahí el capote de San Fermín. Y dos muy en concreto: en el encierro del 11, cuando el irlandés del callejó le da la vuelta al toro y tiene la suerte de no recibir cornada; y cuando la cirujana Esther Vila dice que por el agujero del esternón de Pello se veía el corazón. Seguro que Daniel, antes de irse del todo, apartó esos 3 centímetros el cuerno de Ermitaño… tres centímetros que a él, probablemente, tampoco le habrían bastado.
Sorprenderse ahora de la ignorancia de los que participan en tertulias de medios de comunicación es de ingenuos. Ya hablen de toros, fútbol, economía o reformas del código penal…
Que nadie se preocupe.
Sólo se va a volver a hablar de los encierros de San Fermín en los medios nacionales si muere alguien en cualquier festejo popular durante el verano.
Si no hay morbo de por medio, el tema no vende. Basta con preguntar dónde han estado todos estos justicieros durante los últimos años, cuando los encierros se celebraban igualmente, sólo que por suerte no moría nadie.
Venga, que esto es muy aburrido:
1.-Imagino que no habrá mucha gente crítica con el encierro que se pase por esta página, donde parece que a los expertos se les conoce por sus opiniones… en un sentido, claro. Con lo que, vaya por delante, que no, no soy ningún experto y tampoco soy Santiago Cervera.
2.-Estoy con estafetakoa en la ingenuidad de creer en nada que se publique en un medio de comunicación. Por eso mismo, la prensa local simplemente defiende sus intereses, y los mismos adjetivos que se aplican a la nacional se pueden aplicar a la local.
3.-Lo de las «oscuras razones» de Marcelo forma parte del victimismo proverbial español, pero ya casi raya en la paranoia.
4.-Hay mucha gente que está en contra de los encierros, gente de Navarra y de Pamplona, incluso, (que parece que si eres de Pamplona tienes más derecho a opinar, parece que vale más lo que dices…)
5.-No es lo mismo el encierro que el submarinismo, Sanferman. El encierro está organizado por un Ayuntamiento con dinero público, y estar en contra de eso es perfectamente defendible. Con mi dinero, no. ¿Por qué en su día se hizo lo posible por acabar con el «encierro de la villavesa»? ¿Qué argumentos puede tener un Ayuntamiento para organizar un encierro de toros y eliminar uno de villavesas?
6.-¿Por qué la sanidad pública tiene que hacerse cargo de los heridos del encierro? Con mi dinero, no. Que los lleven al Opus y que luego les pasen la factura…
7.-Yo creo que morir en un encierro a los 20 años me parece una estupidez. Morir en un accidente de tráfico me parece una estupidez. Morir jugando a la ruleta rusa me parece una estupidez.
Venga, mañana más.
Agur
Basajaun, ¿Pretendes que los corredores tengan su seguro particular, y a partir de ahí que corran con su dorsal reglamentario previo pago de una cantidad, o incluso lo hagan por equipos patrocinados por multinacionales, o sea, el profesionalismo absoluto el encierro?
NO, por favor.
Aunque no estoy de acuerdo con lo que dice basajaun, sí que apunta un montón de elementos para el debate.
Otra cosa, con toda esta movidilla encierril nos ha salido a todos la vena aldeanaguardianadenuestrasesencias. ¿Qué demonios me importa a mí lo que digan los medios de comunicación españoles sobre nuestras cosas? Parece lo de siempre, que hay que salir en la tele para ser o existir. Y si no nos gusta la imagen que se da, me enfado. Pues al cuerno con ellos, a mí me importa un bledo el qué dirán…
Vale, Basajaun, como lo organiza el Ayuntamiento con dinero público nos oponemos. Con mi dinero no.
Entonces vamos a revisar todas las actividades que organiza el ayuntamiento con mi dinero y en las que puede morir gente. Los fuegos artificiales, que además movilizan un huevo de recursos públicos (bomberos, ambulancias, guripas, …). Habrá que prohibirlos. Los campamentos de críos. Con mi dinero pagan a los monitores, y practican actividades con cierto riesgo. Habrá que suspenderlos definitivamente. Habrá que desmantelar además las piscinas de Aranzadi, no vaya a ser que alguien se ahogue, y encima con mi dinero. Joder, esto es un no parar. Todo por evitar muertes en cosas que se organicen con mi dinero. Muy loable. ¿Seguimos? Y si un tío se hiere haciendo el chorra en Aranzadi, ¿lo llevamos también al Opus y que le pasen la factura?
Bat. Si el Encierro no fuera de Pamplona, nos generaría la misma opinión que las fiestas de Tordesillas, las corridas de toros o cualquier otra aberración animal.
Bi. Los medios de comunicación son igual aquí que en la Txina Komunista. Decir que los nacionales son perores que el Imparcial de Navarra me parece ridículo. Y lo de «qué me importa a mí la opinión de los medios de comuniciación españoles», además de ridículo, aldeano.
Hiru. No hay que «ser de aquí» para estar autorizado a hablar del Encierro.
Lau. Los Encierros, como todo el resto del programa está financiado «con mi dinero», y se atiende a los cogidos por las astas con la misma pasta que a los que alcanzan el coma etílico con su dinero.
Bost. Un poco forofillos sí que somos.
Sei. Haya paz.
Por alusiones, por supuesto que soy aldeano y cateto e, insisto, me importa un bledo lo que digan esos medios de comunicación. A ver si vamos a tener que hacer siempre lo que diga la tele…
Y me encanta todo lo relacionado con el toro, en el campo, en el Gas, en el encierro, en la corrida y en el estofado.
Por aludidos, no se es aldeano y cateto por ser indiferente a la opinión de los medios de comunicación o la tele. Eso me parece hasta inteligente.
Lo que me chirría es ese eterno victimismo ante lo español.
Un poco ya huele, ya…
Pues no sé dónde ves el victimismo; igual prefieres que diga «prensa de Madrid», pero esa expresión me da repelús. Pero vecino, como no quiero perjudicar tu olfato (oliendo) ni tu oído (chirriando) puedes emplear la denominación que quieras.
Porque buscar tres pies en este contexto a la palabra «español» suena a chufla de las de «Vaya semanita».
Esto ya se pone más interesante…
-Mc Garrich, no pretendo nada. En tiempos creo que el Ayuntamiento mismo costeaba un seguro a los corredores. Pretendo que cada uno asuma sus riesgos, y si quieren llevar el dorsal tatuado o no me la suda.
-Sanferman, contigo llegaría a ponerme de acuerdo: me gusta esa comparación que haces entre correr en el encierro y hacer el chorra en Aranzadi. Sí, estoy por no desperdiciar recursos públicos escasos y que la gente asuma las consecuencias de lo que hace. (Tampoco me parecería mal que esos comas etilícos fueran costeados por los padres de o los mismos pacientes, Estafeta 78).
No es lo mismo unos campamentos, o unas piscinas municipales que un encierro. El hecho diferencial del encierro es precisamente que puedes morir, que te metes en el vallado y sabes que te estás jugando la vida. No creo que ningún ayuntamiento (ni ningún padre o madre) asumiría que cuando manda a sus hijos e hijas a un campamento «puede que vuelvan o puede que no». Cuando te vas a echar un chapuzón no piensas en que «igual sales con los pies por delante», y cuando te metes en el vallado sí. Si el Ayuntamiento abriera sus puertas y organizara una competición con ginebra gratis a ver quién se coge la mierda más grande y más rápido, y encima tuviera listos equipos de emergencia para las probables emergencias se armaría la de dios. Si organizara una competición de ruleta rusa (suficientemente navarrizada, claro) y pusiera a disposición del personal pistolas cargadas con una bala para que la gente «sienta ese regusto y adrenalina del miedo», lo mismo.
De hecho al final es cuestión de números: un muerto cada diez años es perfectamente asumible; un muerto cada año, sería más problemático; pero un muerto diario en el encierro no lo asume un organismo público ni en esta vida ni en la otra. ¿La diferencia? Hay gente a la que nos parece un muerto, one too many, como dicen por aquí. Uno es demasiado.
-Estafeta, 78, I like your style.
Estimado basa, y por puntualizar sobre seguros: el Ayuntamiento ha tenido y tiene contratado un seguro, pero es exclusivamente de vida o deceso o como se diga. Un banquero lo definirá mejor: el caso es que sólo cubre fallecimientos e invalideces.
Últimamente se caen aviones casi todos los días, y siguen despegando y todos los organismos públicos lo aguantan. Don’t worry…
Nos estamos marchando del tema que nos ocupa. Y antes de intentar centrar un poco, pedir disculpas si alguien ha pensado que el tono empleado podía molestar o desenfocar el ambiente y estilo del blog.
Dicho esto, me gustaría volver al tratamiento periodístico dado a los Encierros este año, e insisto en tres ideas:
– El nivel periodístico medio es bajo, vanal, morboso, «amarillo»,… calificativos que se agudizan en el caso de las televisiones. Por ello, no me sorprende nada cómo se trató el tema. Ya hubo quien en prensa cuestionó al que grabó a pie de vallado la cogida de Daniel, quien las compró (Cuatro) y quien decidió emitirlas.
Han tratado este tema igual que podrían tratar la muerte de M. Jackson, la aparición de una abuela descuartizada en Galicia o la detención de la Presidenta de la Comunidad de Madrid.
Y lo más grave, es lo que la gente consume.
– Insisto en que los navarros tenemos un punto elevado de aldeanismo. «Los de aquí» y «los de fuera», «las fiestas para los de casa»,…y esto se traslada en grado sumo cuando nos tocan la fibra más sensible; p.e. Encierros.
Y precisamente eso nos puede restar perspectiva.
– Una idea nueva: parte de lo que hoy son los Sanfermines se alcanza precisamente la publicidad internacional que se le ha dado, y que tanta gracia nos ha hecho.
Y no hablamos de las cualificadas opiniones de los Sres. Zuasti o Madina.
Paz y Amor
Está bien eso de vernos como aldeanos, pero se pueden contar con los dedos de una mano las ciudades que tienen realmente vocación cosmopolita, ¿Barcelona, quizás?, para Madrid todos somos de provincias y no pasa nada. Lo mismo que para los yankees los de Madrid y los de provincias estamos en Africa… o por ahí.
Sólo estoy de acuerdo con Basajaún en que también pienso que un muerto es mucho, pero para evitar la demagogia fácil (hay muertos en actividades «sanas» como escalada, ciclismo, fútbol y obviamente no se pide que se supriman), hay que situar en el encierro a los dos participantes: el hombre y el toro.
Si fuera una carrera sin toros y se hubieran producido el mismo número de muertos, seguro que no estaríamos hablando de la supresión sino de buscar alguna solución.
Por lo que o se pide la supresión de todo lo que supone un riesgo que puede provocar la muerte en el porcentaje que sea o lo que me huele es a antitaurino disfrazado (con todos los respetos) ya que vale lo mismo la vida del corredor del encierro que la del alpinista…
Basajaun, has dado en el clavo: «que la gente asuma las consecuencias de lo que hace». Esto es un puto tópico, y no quería llegar a decirlo, pero es muy difícil que yo casque en el encierro. No tengo huevos de correrlo. Ahora, el que se mete, los tenga o no, sabe a lo que se expone. Y si alguno no lo sabe, que no se meta.
El día que alguien se abra la crisma en Aranzadi llegarán las voces que clamarán diciendo que una piscina es para nadar, no para tirarse al agua con doble tirabuzón, y que hay que volver a las antiguas piscinas de 1.000 m2, en lugar de tanta chorrada de setas que echan agua, toboganes, chorros, y demás avances tecnológicos.
Pero bueno, me estoy liando y ya no sé qué iba a decir. Que conste en acta que no estoy en contra de hacer el gilipichi en Aranzadi.
Esto me va recordando ya unas cenas muy buenas que hacíamos los amigos en tiempos, en las que arreglábamos el mundo, pero que conforme avanzaba la hora y menguaban las botellas, en realidad lo íbamos enmarañando más. «Hoy no queda casi nadie de los de antes…»
Igual me estoy metiendo donde no me llaman, pero como los tortazos, si se producen, serán virtuales, igual duelen menos…
Un par de artículos que a mi me parecen de interés y que van en la línea de basajaun:
http://www.javierortiz.net/jor/jamaica/maldito-san-fermin
http://www.javierortiz.net/ant/jortiz1/diario2003/28.2003.html
Del último enlace, los artículos que tienen fecha de 8 y 9 de julio de 2003.
Por mi parte, que haya o no encierro me da igual, pero sí me jode que se organicen con dinero público. Soy de los que pienso, como basa, que el dinero público está para otras cosas. También me jode que haya campos de fútbol de primera municipales, o plazas de toros municipales. Soy asín…
Estafetakoa, las compañías aéreas, la mayoría, son privadas, no públicas, y no aguantan un par de accidentes en poco tiempo. Ahí están los casos de Spanair or Swissair.
Mira Sanferman, para mi la valentía no está en correr el encierro; muchas veces es al contrario: lo valiente es decir que no. En Navarra no estaría de más que alguien pensara que es de valientes no correr el encierro, que se puede no correr el encierro y por eso no se deja de ser menos casta, menos navarro, menos sanferminero, o menos lo que sea. Expresiones como «no tener huevos para correrlo» creo que sobran, por machistas y por lo que implican. ¿Es esa la clase de valores en la que quieres que crezcan tus hijas? ¿»Los que tienen huevos corren el encierro»?
Lo de los seguros me parece que clama al cielo y creo que todos los que estáis aquí estaréis de acuerdo: ¿¿qué pinta el ayuntamiento contratando un seguro de vida para los corredores?? En todo caso que lo cobre el ayuntamiento que es quien lo paga, ¿pero los corredores? No me jodas…
Nos volvemos a ir.
Qué más da si hay seguro o no? Supongo que habrá uno de Responsabilidad Civil que cubrirá el Encierro, como cubrirá los Fuegos Artificiales o que se caiga un franchute por la muralla.
El debate es: quién puede opinar/actuar sobre el Encierro?
Es legislable como otra actividad más o por su carácter de «tradicional» está libre de pecado?
Coño Basajaun, siento haber empleado una expresión tan machista para decir que me da miedo meterme en el encierro, y a su vez siento también haber empleado una expresión tan machista en el inicio mismo de este comentario. Qué pasa, que nos la tenemos que coger con papel de fumar antes de escribir algo no vaya a ser que… uy perdón, ¿esto será también machista?
Disculpas aceptadas.
Pero que no vuelva a ocurrir, eh.
Acabo de escuchar en la radio un anuncio del Ayuntamiento de la Muy Ilustre diciendo que quedan plazas en las actividades multiaventura (descenso de cañones, montar a caballo, etc.). Ya que se hace con nuestro dinero, una de tres, o nos apuntamos, o clamamos por que se suspendan, o pasamos treintaytrés, que será lo que haremos.
Sanferman, cuida tu lenguaje machista: ¿por qué siempre se monta a caballo y no a yegua?
No quisiera irme por los cerros de Úbeda, pero aunque os parezca increible, el encierro no lo organiza el Ayuntamiento.
El Ayuntamiento ni pone los toros, ni pone el vallado, ni tira el cohete ni paga a los pastores. Sin los dos primeros elementos, ¿Existiría el encierro?
A la hora de «pasar por la taquilla» sanitaria nadie asume la organización del Encierro.
La factura de los hospitales por la atención a los heridos la asume el Dpto. de Salud si son españoles y en el caso de los guiris sus seguros de viajes.
Tienes razón Estafetakoa, y para que nadie se sienta agredido y agredida, citaré también el descenso de cañonas.
Interesante, josemiguelerico. ¿Quién paga a los carpinteros entonces? ¿La Meca?
Todo lo que hace que los toros lleguen desde el Gas hasta la plaza de toros es cosa de C. de Mca.
Lo de los corredores ya es otro cantar.