XII Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín


DE NADA LE SIRVIÓ EL INDULTO

Ignacio Tolaretxipi Olaizola

El calor del estío, de aquel séis de Julio de 1869, que desalentaban a los pájaros; la fragancia de las begonias; petunias y el olisco de los astados, se amalgamaban en la plaza del Castillo.

Los pastores navarros acababan de llegar con los toros de lidia, desde las dehesas de la ribera; eran de la ganadería Zalduendo.

Sentimientos de soledad; de tristeza; de añoranza, los llenaban de ansiedades intrascendentes a estos desdichados cornúpetas, mientras les introducían en los chiqueros.

El reloj de San Cernin marcaba la séis de la mañana; comenzaba el encierro ; Lancero, el toro puntero en todo el recorrido; la melodía de su carrera; la agitación de la respiración en su curso y la desesperación, penetraban en su alma y hacían bombear su corazón a la velocidad del viento, que erizaba su piel.

Al bravo e indómito Lancero, lidiado por el Gordito; cuando iba a comenzar el tercio de banderillas y a petición masiva del público, lo indultaron. Era igual; el varilarguero le propinó unos buenos puyazos y tuvieron que sacrificar al animal.

Lancero fue uno, de los tres únicos toros indultados, en toda la historia de los San Fermines. 

VESTIDA DE ROJO.

Verónica Andrea De Gennaro Otero

Marcos está feliz. Hoy es un día especial.
Los San Fermines son su pasión, pero desde hace unos meses, hay algo más que le apasiona..Marta.
Se pondrá como cada año en la calle Estafeta, verá a lo lejos venir el toro, y vestido como manda la tradición , correrá con todas sus fuerzas dándole luego las gracias al Santo.
Llega el día, la calle está desbordada de gente, Marta va vestida de rojo.
Marcos se encomienda al santo, aunque hoy solo tiene ojos para ella, y como es bien sabido, en el juego y en el amor, jamás se es afortunado en los dos.
La saluda, ella le tira un beso, y va como embrujado y feliz sin mirar que ha San Fermin le lloran los ojos por ese joven al cual hoy tanto lloramos.