XIII Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín
1087
Pablo Patús Díaz
Desde la Plaza del Castillo baja por la Calle Javier una txaranga, es lo primero que capta nuestra atención al doblar la curva de Estafeta. Los que la siguen exprimen al máximo las últimas gotas de alegría que inundarían Pamplona en mucho tiempo. Los pañuelos penden ahora de las muñecas, algunos todavía no se atreven a desanudárselo del cuello. El único consuelo es saber que allí, al final de la calle, el reloj nos recuerda que ya falta menos.
Varias cuadrillas se agolpan bajo el regazo de la cuenta atrás para inmortalizar lo evidente: quedan 356 días. Pero algo falla. El reloj está apagado. Sabe algo que no nos quiere contar.
Y seguramente se lo calle por falta de valor, en todos los sentidos: valentía y unidades de millar. Para el reloj, ‘1087’ es un número complicado de transmitir, a nivel digital… y emocional. Lo que más le conviene es hacerse el dormido.
A su letargo se unirían las peñas, los fuegos, las Dianas y la comparsa. Pero lo que nunca duerme es el sentimiento, y la convicción con la que este nos traslada que, falte lo que falte, ya falta menos, es mucho más potente que lo que cualquier reloj nos pueda transmitir.
SANFERMINES 2021
Cesar Romeral Lopez
SANFERMINES 2021
Triste se encuentra hoy la muchedumbre
después de anunciar la suspensión de la Fiesta.
Es como despertar de una siesta
saliendo corriendo del fuego de la lumbre.
Por tu culpa, virus invisible,
hemos estado encerrados en nuestra casa.
Pero sabemos que todo en la vida pasa,
y pronto tu letalidad no será tan terrible.
Otro año que pasará sin pena ni gloria.
Pero: “Hambre que espera hartura no es hambre”.
Hemos hecho tantos equilibrios en el alambre
dando vueltas sin parar como una noria.
San Fermín nos guiará a la victoria.
Aunque sea fino el estambre
correremos todos como un enjambre
para derrotar al virus, hasta dejarlo en escoria.
Cantando: A San Fermín venimos…,
Disfrutaremos en un año lo de tres,
corriendo delante o detrás de la res.
¡Los Sanfermines de nuevo vivimos!
Desde La Cuesta de Santo Domingo
hasta el final de la calle Estafeta,
vamos confiados de llegar a la meta
con el periódico en la mano. Por eso digo:
“San Fermín, ya nadie recordará
los dos años que se han perdido.
Tú, con creces, nos has concedido
otra vez volver a celebrar
la mejor fiesta de la Tierra.
Así que pamploneses, conmigo gritar:
¡Gora San Fermín! En castellano y en euskera”.